México ha conseguido volver a la senda de colaboración, de contactos productivos con todos los países del mundo, con un proyecto claro de actividad e influencia internacional y regional, afirmó el director general de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), José Antonio Zabalgoitia Trejo.

Cuando Felipe Calderón asume la Presidencia es claro, en el diagnóstico que se hace, que hay que fortalecer el papel de México en el mundo. A lo mejor es un diagnóstico que se puede hacer administración tras administración; siempre se puede ir a más. El mundo tiene factores y el país que no se adapta a los nuevos factores y no tiene claros sus intereses y objetivos pierde influencia, pierde espacios, advierte en entrevista con La Jornada.

A unos días de que se inicie en Cartagena, Colombia, la Cumbre de las Américas, Zabalgoitia sostiene que la posición de México en el mundo se ha fortalecido.

Mi versión es que no se puede tener una política exterior de gran alcance sin una base nacional sólida, y yo creo que nosotros podemos tener una política exterior de largo alcance porque somos un gran país, no sólo por sus dimensiones. Somos una de las potencias exportadoras en el mundo, entre otros avances; eso se traduce en influencia internacional, en capacidad de política exterior. Siendo autocrítico, si tuviéramos las reformas estructurales seríamos un país con mayor empuje. Ese es un reto nacional con el que la política exterior recibiría un impulso adicional. Brasil ha hecho esa transformación interna, admite.

El responsable de la relación de México con los organismos de la región, y parte de la delegación negociadora hacia la Cumbre de las Américas, reconoce que Colombia acertó al colocar en la agenda de las discusiones temas que son de trascendencia común, como desarrollo, combate a la pobreza, infraestructura para interconectar las regiones, las nuevas tecnologías de la información y comunicación, que son, todos, elementos para igualar a la sociedad.

También las 43 delegaciones abordarán el tema de la inseguridad. En nuestro caso el tema es más visible, pero no más grave. Prácticamente todos los países de la región tenemos una preocupación sobre la delincuencia organizada trasnacional. Los delincuentes ya se globalizaron, necesitamos fortalecer la cooperación para poder hacerles frente. No hay ningún país que pueda derrotar su propia dimensión nacional solo, señala.

Centroamérica es quizá la región, junto con México, que está más preocupada por el tema de la seguridad pública, lo que es natural porque entre Colombia y México está la zona de producción, y más al norte la zona de consumo, en el narcotráfico cuando menos, agrega.

El gobierno estableció un alto nivel de prioridad para confrontar a la delincuencia organizada trasnacional y eso genera un nivel de visibilidad. La región, en el tema de seguridad, voltea a ver a México como un país que está haciendo las cosas bien, asegura.

Zabalgoitia afirma que para México la cumbre es relevante porque es un espacio donde el continente americano reflexiona sobre temas que le son de trascendencia común, en los que confluyen países como Estados Unidos y Canadá, que ya alcanzaron el desarrollo, con países de desarrollo relativo menor y otros emergentes como México y Brasil.

Cada vez es menor el peso específico que tiene Estados Unidos en la cooperación del hemisferio. Canadá ha tomado un papel importante y se ha desarrollado un buen ejercicio de cooperación horizontal entre países del mismo nivel, México-Colombia, México-Chile. Los países del ALBA tienen esfuerzos importantes de cooperación entre ellos. No es que haya disminuido el nivel de apoyo de Estados Unidos, sino que los países han incrementado entre sí sus capacidades, se ha equilibrado un poco más el nivel de crecimiento entre países, apunta.