Madrid, 10 de abril. El presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, huyó de los medios de comunicación, dándoles la espalda y saliendo del Congreso de los Diputados desde el sótano del estacionamiento y no por la puerta principal, como es habitual. El mandatario optó por esconderse ante la inquietud y los numerosos interrogantes abiertos desde la tarde ayer, cuando se emitió un escueto comunicado en el que se informó sobre un recorte de 10 mil millones de euros en los sectores de salud y educación. En la nota no se dieron más detalles y 24 horas después ningún miembro del gobierno ha ofrecido una explicación convincente del nuevo plan de ajuste.

Los periodistas más veteranos que cubren el Congreso de los Diputados estaban asombrados, ante un hecho que nunca habían presenciado de un presidente del gobierno.

Rajoy, quien durante la campaña electoral repitió hasta la saciedad que él tenía las respuestas para sacar a España de la crisis, no responde una sola pregunta a los medios de comunicación desde el pasado 15 de marzo, cuando por protocolo tuvo que contestar cuestionamientos en una rueda de prensa en Pekín, durante una gira de política exterior. Ahora, además de no responder decidió huir de los medios de comunicación.

Rajoy asumió el poder el pasado diciembre y desde entonces ha adoptado una serie de decisiones de trascendencia, que contrastan con sus promesas de campaña.

Durante la campaña sostuvo que no subiría los impuestos, no abarataría el despido, garantizaría los servicios públicos básicos y reformaría el sistema financiero. Frente a esas promesas ha hecho justo lo contrario: subió los impuestos del IRPF, aprobó por decreto y sin diálogo con los sindicatos una durísima reforma laboral que abarata el despido y desactiva a las organizaciones sindicales, además de reducir notablemente el financiamiento para la salud, educación, transporte público y políticas sociales.

El último episodio de una ola de ajustes que vive España fue el escueto comunicado que emitió ayer la oficina del Ejecutivo, en el que se anunció el recorte de 10 mil millones de euros en el presupuesto para salud y educación, ambas competencias transferidas a las comunidades autónomas. No se dijo más ni compareció ningún miembro del gabinete y hasta el momento no se ha aclarado en qué áreas y de qué manera se hará el ajuste.

Para mayor incertidumbre de la población y los medios de comunicación el presidente del gobierno se escabulló de las preguntas de los periodistas, también preocupados por los últimos datos macroeconómicos y las turbulencias financieras.

De hecho, la bolsa de valores española se hundió al sufrir un retroceso de 2.96 por ciento y situarse en niveles del 2009, en la peor época de la crisis. Además la prima de riesgo llegó hasta 433 puntos, lo que aumenta la inquietud de que sea necesaria una intervención financiera en España, lo que además agravaría sensiblemente la crisis que sufre Europa.