El boxeo está plagado de mitos y creencias sin fundamento, admite el entrenador Ignacio Beristáin, quien dirige a Juan Manuel Márquez para la pelea de este sábado contra el ucraniano Sergey Fedchenko.

El mánager concedió que en este deporte muchas veces son los entrenadores los que se encargan de la preparación física de sus pugilistas sin tener la información especializada.

No es precisamente que arruinen con esto la carrera de un peleador, porque algunos los han hecho campeones mundiales, pero la ayuda de la medicina deportiva ha sido importante para mejorar a los boxeadores en la actualidad, señaló.

Antes de enfrentar a Floyd Maywather Jr, la imagen de Márquez bebiendo su propia orina dio la vuelta al mundo. La orinoterapia –consiste en beber la propia orina con fines supuestamente terapéuticos– era uno de esos métodos alternativos muy discutidos sobre su efectividad, a los que el mexicano recurría durante su preparación.

En 2010 llegó Ángel Heredia, especialista en medicina deportiva y familiarizado con el mundo del boxeo, para terminar de un plumazo muchos de estos recursos que utilizaba Márquez.

Dio mayor sustento médico a su preparación para que enfrentara por tercera vez al filipino Manny Pacquiao, en noviembre pasado. Lo primero que le prohibió fue la orinoterapia, porque aseguró que ésta no tenía ningún fundamento.

El mejor ejemplo de que funcionó es la madriza que le puso al filipino, puso de ejemplo Beristáin, quien agregó: Lo cambió muchísimo; se veía bien, fuerte, pero muy fuerte de verdad.

A partir de la incorporación del equipo de Heredia diseñaron un programa de acondicionamiento atlético, con cargas de entrenamiento, atentos a la curva de rendimiento y sometiendo a Márquez a diversas pruebas bioquímicas.

Cambió hasta los hábitos alimenticios de Juan y la práctica del acondicionamiento físico también se modificó. El papá de Heredia, quien es un excelente químico, le ha recomendado algunos medicamentos, señaló Beristáin.

El trabajo que han hecho los médicos deportivos es magnífico, porque me han entregado a un Juan Manuel Márquez muy cambiado, comentó, y aclaró que lo que no se modificó fue el trabajo técnico a su cargo. Ése se ha mantenido invariable desde hace años.

En el gimnasio, Juan Manuel Márquez es el mismo peleador de siempre, ha mejorado. Para la pelea del sábado llega con el mismo profesionalismo de siempre y la responsabilidad de ofrecer un buen combate a la gente que lo vio nacer como atleta, puntualizó.