Como resultado de la mayor expectativa de vida de los mexicanos –10 años más que el promedio mundial–, hay condiciones de salud que se están sumando a la carga de enfermedades, como la depresión, los trastornos nutricionales, la osteoporosis, la pérdida de audición y visión, además, la prevalencia en el país de demencia y deterioro cognitivo, en particular el Alzheimer, es de más de 6 por ciento en los mayores de 60 años, advirtió el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), Salomón Chertorivski.

Lo anterior, agregó, da por resultado que al menos 2 millones de adultos mayores presenten una condición de limitación en sus actividades cotidianas, por lo que es fundamental hacer el viraje del enfoque curativo al preventivo para enfrentar el enorme reto que significará tener una población conformada en su mayoría por este grupo poblacional.

Recordó que México, al igual que muchos países, enfrenta una transición demográfica que implica el envejecimiento de su población. Hoy día hay más de 10 millones de adultos mayores y se espera que en 2040 uno de cada cuatro mexicanos tenga más de 60 años.

En la ceremonia del Día Mundial de la Salud, el funcionario expresó que la carga de morbilidad crónica acumulada durante varios años es la principal razón del incremento en el costo de atención. Las enfermedades de mayor prevalencia son las cardiovasculares, la diabetes mellitus y el cáncer, a las cuales se suman las ya citadas.

Todos esperamos llegar a la vejez. Y qué mejor que ésta nos encuentre activos para seguir compartiendo con la familia y los amigos; que estemos sanos, que seamos adultos con plenitud, enfatizó.

Philippe Lamy, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Oficina Panamericana de la Salud en México, advirtió que en la mayor parte de nuestra región los adultos mayores suelen vivir sus últimos siete o nueve años de vida con mala salud.

En el siglo XX se produjo una revolución de la longevidad, ya que la esperanza de vida al nacer ha aumentado más de dos décadas desde 1950 y ahora llega a 66 años en promedio a escala mundial.

Para 2050 se prevé un aumento de 10 años en la esperanza de vida, y en ese año se estima que habrá 2 mil millones de personas mayores de 60 años en el mundo. Esto, mientras se proyecta un incremento de este grupo poblacional de 10 por ciento en 1998 a 15 por ciento en 2025.

Los efectos de la transmisión demográfica acelerada se han hecho sentir también en la disponibilidad de los servicios familiares de apoyo, en la reducción del número de hijos, la inserción de la mujer en el mercado laboral, las migraciones y la urbanización, indicó. Todo ello, dijo, contribuirá a que un mayor número de adultos mayores carecerá de los cuidados que requiere de su familia.

Este cambio demográfico, dijo, plantea una transformación en materia de recursos. Los países desarrollados se enfrentan a problemas resultantes de la relación entre envejecimiento, desempleo y la sostenibilidad de los sistemas de salud y pensiones, en tanto las naciones en crecimiento afrontan el problema de un desarrollo simultáneo con el envejecimiento de la población.

El titular de la Ssa entregó la condecoración Eduardo Liceaga, el más alto reconocimiento que la nación concede en medicina, a Carlos Gual Castro. También se otorgaron los premios Doctor Ignacio Chávez al Humanismo Médico a Ruy Pérez Tamayo; el Doctor Miguel Otero a Alejandro Mohar Betancourt; el Doctor Gerardo Verela a Roberto Tapia Conyer; el Doctor Manuel Velasco Suárez a Guillermo Salvador García Ramos, y el Doctor Guillermo Soberón Acevedo a Jesús Kumate Rodríguez, entre otros.