Pronóstico sectorial
Martes 10 de abril de 2012, p. 25
El índice de precios de alimentos y bebidas de EIU se elevó 30 por ciento en 2011 en promedio anual, luego de una fuerte alza en los precios de productos primarios agrícolas en el primer semestre. Los mercados agrícolas sufrieron severas interrupciones de la oferta en 2010, y las reservas se agotaron.
En el segundo semestre los precios crecieron menos, a consecuencia de la venta generalizada de productos primarios de finales de septiembre y principios de octubre, dentro de un retiro de inversiones en activos riesgosos, al crecer la inquietud por la crisis de la deuda soberana en la zona euro y por las perspectivas de crecimiento mundial en 2012.
Se espera que el abasto de la mayoría de bienes agrícolas mejore en 2012-13 (si las condiciones climáticas se normalizan) y que regresen los excedentes en el mercado en general, para que bajen los precios. Sin embargo, se mantendrán altos en términos históricos, en parte por el nivel aún bajo de las existencias, pero también por el sólido crecimiento de la demanda a consecuencia del aumento de la población, la urbanización en el mundo en desarrollo (y menos tierra cultivable) y el impacto de la producción de biocombustibles.
Los precios de las gramíneas fueron particularmente fuertes durante 2011. El daño a las cosechas impulsó los precios al alza a finales de 2010 y se mantuvieron altos a principios del años pasado, impulsados por compras especulativas.
Los precios globales del trigo se redujeron en el segundo semestre, al reanudarse exportaciones de Rusia y Ucrania, pero aun así tuvieron un incremento de 36% en el año.
El maíz y el trigo siguen vulnerables a las influencias de los mercados externos y a los cambios en el ánimo de los inversionistas. En 2011 los precios del maíz se elevaron en un promedio anual de casi 51%, en parte por una decepcionante cosecha en Estados Unidos. Se esperan grandes repuntes en la producción en ese país y en América Latina durante 2012, pero el equilibrio oferta-demanda seguirá siendo relativamente precario.
Se espera, pues, que los precios sigan en máximos históricos y se deslicen hacia abajo apenas en un promedio anual de 6.4% en 2012 y 2013.
Se prevé que los precios del arroz tiendan a debilitarse en 2012-13, mientras los de las oleaginosas se mantendrán altos. En el caso de la soya, los precios se han elevado mucho desde principios de 2012, debido a preocupaciones por daños a causa del clima, sobre todo en Argentina. Sin embargo, se mantiene la previsión de que la dirección general de los precios en los dos próximos años cambiará poco.
Los precios del azúcar
Aunque se confía en que los precios del azúcar se reduzcan, el mercado enfrenta una serie de riesgos. Los precios fueron sumamente volátiles en 2011, pero al final se elevaron 24 por ciento. Sin embargo, a medida que se acumulan reservas en 2012 y 2013, se espera que disminuyan alrededor de 8 por ciento anual. Sin embargo, persisten riesgos en el mercado.
Históricamente las existencias de azúcar son menores que el consumo, por lo que el mercado es vulnerable a perturbaciones tanto de la oferta como de la demanda y potencialmente atractivo para especuladores.
Los precios de las bebidas se mantuvieron altos en términos analizados en 2011, con una elevación de 21 por ciento, a lo cual contribuyeron las bajas existencias.
Los mercados aún son vulnerables a perturbaciones en la oferta, o un crecimiento del consumo más elevado de lo previsto. Sin embargo, las mejores cosechas de café y té conducirán a una disminución en 2012 y 2013.
Se prevé cierto movimiento alcista en el precio del cacao durante el segundo y tercer trimestres de 2012, apuntalado por ciertas contracciones del mercado. Sin embargo, se mantendrán muy abajo de los precios de un año antes, cuando se elevaron por la crisis en Costa de Marfil.
Fuente: EIU
Traducción de texto: Jorge Anaya