Guadalajara, Jal., 9 de abril. Ante la crisis financiera que afronta el Instituto Cultural Cabañas, la renta de los hermosos patios y capillas de su edificio sede (construido en el siglo XIX) para realizar actos privados se ha convertido, durante los años recientes, en una de sus principales estrategias para allegarse fondos.

No obstante, la directora del recinto, Cecilia Wolf Madero, ha recibido críticas de algunos ciudadanos por el incremento en el número de actividades restringidas, como cenas de gala y conciertos.

Entre las numerosas mantas de protesta instaladas desde hace meses frente al Palacio de Gobierno, donde despacha el gobernador panista Emilio González Márquez, se encuentra una que señala: Luis Alejandro Cravioto (secretario de Cultura de Jalisco) los recintos culturales no son propiedad de ustedes, pertenecen al pueblo y democráticamente se les debe permitir a todos el ingreso a los eventos culturales.

En entrevista con La Jornada, Wolf Madero defiende: los edificios que no se usan, se caen. Si cerramos la puerta y nos salimos, en un año el Cabañas se cae, porque al estar conviviendo con el edificio lo estamos barriendo, de lo contrario estaría lleno de polillas y humedad.

Añade que si bien los espacios no se rentan para actos sociales, a mí no me haría ruido que se celebraran en el Hospicio Cabañas banquetes de bodas. Hay gran cantidad de ejemplos, tanto en la ciudad de México, como en otros lugares del mundo, donde este tipo de espacios se rentan para esos eventos, y mientras más se hagan están mejor cuidados.

Durante 2011, en el Instituto Cultural Cabañas, cuyo edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1997, se realizaron 128 actos privados, la mayoría “de gobierno o congresos, no hay ningún acontecimiento importante en la ciudad de Guadalajara que no tenga una actividad en el instituto, pero no están permitidos por su Consejo Directivo, hasta ahorita, las bodas, 15 años y bautizos.

Además, siempre tenemos personal de seguridad para que no dañen el inmueble. Quien contrata debe dejar una fianza de 10 mil pesos por si hay algún desperfecto, a lo mejor a la hora de estar acomodando alguna cosa se llevan un poquito de pared, entonces tomamos una foto, reparamos el daño inmediatamente y lo descontamos de los 10 mil pesos. Por supuesto, no se pueden realizar actividades en las salas museográficas, mucho menos en la capilla mayor, donde están los murales de Orozco.

Vista parcial del Instituto Cultural Cabañas, recinto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1997Foto Mónica Mateos

El Instituto Cultural Cabañas tiene disponibles para renta nueve patios y el único espacio cerrado que ofrece es la Capilla Tolsá, además del cine-teatro.

En contraste con la tarifa de 5 mil pesos que de manera uniforme cobra el Museo Nacional de Arte en la ciudad de México por la renta de su Patio de los Leones y otros salones para actos privados hasta para 500 personas (La Jornada, 9/11/ 2011), el Instituto Cultural Cabañas cuenta con un tabulador de cuotas que marca tres tipos de tarifas: comercial, cultural y de recuperación.

El espacio más solicitado, y el más caro, es el Patio Mayor cuya renta puede alcanzar 160 mil pesos por día.

Por el uso de la Capilla Tolsá se piden hasta 60 mil pesos y por el Patio de los Naranjos 80 mil, además de cuotas extra por días adicionales por montaje y desmontaje de equipos.

A las instituciones benéficas, como la Cruz Roja, les aplicamos la tarifa de recuperación, casi todas las de Guadalajara hacen aquí sus eventos; la tarifa cultural es para conferencias o conciertos, y los actos comerciales son por ejemplo las cena de un congreso, detalla Wolf.

Pero cuando el gobierno federal requiere usar el Hospicio Cabañas, no paga nada, como ocurrió durante la Cumbre de Líderes de América del Norte que ahí se llevó a cabo en agosto de 2009, con la participación de los presidentes Felipe Calderón, Barack Obama y el primer ministro Stephen Harper.

En 2010 el Instituto Cultural Cabañas obtuvo ingresos por renta de sus espacios de poco más de 3 millones de pesos. El año pasado consiguieron 2 millones 485 mil 931 pesos, dinero que sirvió para completar el pago de la nómina.

Pensamos que nos iba a ir súper bien con la realización en la ciudad de los Juegos Panamericanos, pero no; se dejaron de hacer aquí muchos eventos. Este año no tenemos nada fuerte y no sabemos cómo nos va a ir pues, además, en 2009 subimos sustancialmente la tarifa de entrada al recinto, tenemos un poco más de ingresos por ese concepto, pero menos visitantes. Se han quejado mucho las personas, pero si no lo hacíamos, ¿de donde diablos sacamos recursos?, concluyó la funcionaria.