En 2015 la globalización y la cultura del mínimo esfuerzo impactarán programas de estudio
Especialistas en el tema aseguran en un análisis que la llamada tercera revolución industrial y sus implicaciones sociolaborales deberán estar en el debate científico-técnico de México
El mercado de trabajo donde se desempeñan los egresados demanda requerimientos que las instituciones de educación superior no satisfacenFoto José Carlo González
Lunes 9 de abril de 2012, p. 36
En 2015 las universidades tecnológicas (UT) se verán sometidas a una serie de presiones, como el impacto dramático
de la revolución tecnológica en los programas de estudio, la insuficiencia del crecimiento económico para reducir el desempleo, así como la inevitable lentitud de los procesos de cambio educativo en los niveles que preceden a las instituciones de educación superior.
En El subsistema de universidades tecnológicas en el 2015, los especialistas Arturo Nava Jaimes y Ricardo Bello Bolio advierten que la globalización, el deterioro ambiental, la desigualdad social, la cultura del mínimo esfuerzo, el deterioro en la estructura de valores impactarán a cualquier subsistema de enseñanza.
Hoy día, el subsistema de instituciones tecnológicas –fortalecidas en los sexenios del PAN– se integra con 258 institutos tecnológicos, 39 universidades politécnicas y 78 UT que hacen un total de 375 casas de estudio, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Los expertos sostienen que el mercado de trabajo donde se desempeñan los egresados demanda requerimientos que las instituciones de educación superior no satisfacen. Y en las UT la brecha se ha minimizado, al tener como eje de sus procesos de formación la vinculación con el sector productivo.
Por otro lado, señalan que se trabaja para lograr el reconocimiento, tanto de las instituciones como del título de técnico superior universitario. Es quizás aquí donde el terreno es más árido y se requiere mayor dedicación, constancia y esfuerzo; las credenciales educativas y el estatus que representa cada profesión tiene un componente cultural que muchas veces impide tener una visión más racional y real del mundo profesional.
Si se parte de la idea de que la renovación en las universidades es un continuo y no un proceso de saltos, en 2015 las UT se verán sometidas a presiones de su contexto, que en un ir y venir las modelarán
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Una de las presiones –desarrollo tecnológico– tiene como componente toral la llamada tercera revolución industrial
y sus implicaciones sociolaborales: inteligencia artificial, ingeniería genética, robotización, nuevos materiales, la explotación de láser y la fibra óptica que en los próximos años deberán estar en el debate científico y tecnológico de México
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Por último, consideran que su reto más importante es desarrollar un modelo de formación basado en competencias profesionales que permitan a los egresados tener la capacidad real de lograr resultados ocupacional en un contexto.
Es fundamental que el alumno comprenda lo que hace, por lo que el análisis sostiene que esta comprensión hará la diferencia entre el trabajador competente del futuro y el calificado de hoy.