Lunes 9 de abril de 2012, p. 21
Madrid, 8 de abril. Decenas de miles de personas expresaron hoy en el País Vasco sus reivindicaciones independentistas y sus reclamos para avanzar en el proceso de paz abierto para la resolución definitiva del histórico conflicto. El principal destinatario de los críticas del nacionalismo, el moderado y el radical, fue el gobierno español, encabezado por el conservador Mariano Rajoy, quien hasta la fecha se ha mantenido reacio a abrir una vía de diálogo.
En el Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca) se celebraron dos importantes actos. En Pamplona, la capital de la comunidad foral de Navarra y una de las regiones históricamente defensoras de la cultura y la lengua vascas, unas 30 mil personas acudieron al llamado de la izquierda abertzale (nacionalista), en un acto festivo pero con un mensaje claro de reivindicar la independencia de España.
En la marcha había banderas vascas, pero también de Escocia e Irlanda, como ejemplos de regiones con autonomía y gobierno propios que alcanzaron la pacificación en conflictos enquistados por décadas. A la manifestación acudieron destacados dirigentes del conjunto de la izquierda abertzale, desde los principales líderes de Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba hasta destacados miembros de la ilegalizada Batasuna, como Joseba Permanch, Rufi Etxeberria, Martín Garitano y Pernando Barrena.
Reivindican la independencia
El vocero de la plataforma Independentistak, Txutxi Ariznabarreta, señaló al final del acto: con la independencia Euskal Herria gana. Gana libertad, soberanía, democracia, una república vasca, democrática, avanzada, con justicia social, una Euskal Herria solidaria con el resto de naciones del mundo
.
El dirigente vasco añadió: nos vamos de España y Francia, donde nunca nos han preguntado si queremos estar
.
En Bilbao, miles de personas acudieron al acto principal del Partido Nacionalista Vasco (PNV), cuyo líder, Iñigo Urkullu, destacó que este sea el primer año, desde 1932, en que se celebra un Aberri Eguna sin la violencia ni del franquismo ni de ETA
. Pero sobre todo criticó el inmovilismo del actual gobierno español, al que instó a moverse para lograr la paz
. Advirtió que las normas jurídicas vigentes ofrecen margen para la acción, el acercamiento de presos es posible, la participación política plena es posible, el diálogo resolutivo ante la evidencia del cese definitivo del fin de la violencia es posible
.