El ex edil panista fue el más sorprendido en ser postulado por el PRD al gobierno de Jalisco
Jamás me identifiquécon la extrema derecha, asegura Fernando Martínez
Lunes 9 de abril de 2012, p. 30
Guadalajara, Jal., 8 de abril. Cuando la aplastante mayoría de miembros del Consejo Estatal del PRD levantó la mano y lo aprobó como candidato a gobernador, el pasado 14 de marzo, el ex presidente municipal panista de Guadalajara (201-2003) Fernando Garza Martínez, fue el más sorprendido.
Sólo tres de más de cien consejeros se opusieron a que el tercero de cinco militantes del blanquiazul que en forma consecutiva fueron alcaldes de la capital fuera elegido abanderado a la gubernatura.
Los integrantes del sol azteca lo consideraban imposición de la dirigencia nacional perredista, encabezada por Jesús Zambrano, en sustitución de Enrique Alfaro Ramírez, quien decidió contender sólo por PT y Movimiento Ciudadano.
Con 24 años de militancia panista, hasta su renuncia hace tres años, el ahora candidato del PRD a gobernador es un empresario industrial de 60 años que nació en Saltillo, Coahuila.
Su familia se mudó a Guadalajara cuando él apenas era niño, y aquí estudió la carrera de ingeniería química en la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Yo no hice ningún acto de extrema derecha o de derecha cuando fui alcalde. Di resultados y me enfoqué con personas de menos recursos. Son los principios del PRD: dar a los que menos tienen. Nunca me identifiqué con la extrema derecha, jamás.
Garza Martínez dijo lo anterior tras su designación como candidato del sol azteca a la gubernatura, luego de un discurso ante los consejeros perredistas en el que afirmó que en su época de estudiante leía libros y revistas de izquierda.
Su ascenso político está marcado, como el de la mayoría de los panistas jaliscienses que llegaron a cargos públicos relevantes, por el triunfo de Alberto Cárdenas Jiménez como gobernador en 1995.
El ex alcalde de Guadalajara fue uno de los pocos que impulsaron a Cárdenas y lo apoyó desde un principio para la candidatura a gobernador a través del llamado grupo Zapopan, que reunía a panistas de viejo cuño y empresarios ligados al partido.
Aunque ganó una diputación federal plurinominal, prefirió pedir licencia para ser secretario particular del entonces gobernador de Jalisco, Cárdenas Jiménez.
En 2000 ganó las elecciones internas y fue postulado candidato a la alcaldía de Guadalajara, la cual ganó y en la que permaneció los tres años que corresponden.
En 2006 compitió en la elección interna de candidato a gobernador por el PAN, pero perdió ante el ahora mandatario estatal Emilio González Márquez. En 2009 de nuevo buscó ser candidato a la alcaldía de Guadalajara, pero el control de la dirigencia partidista le impidió progresar en su intención, por lo que dejó las filas del PAN.
Desde entonces mantuvo acercamientos con el PRD, en especial con la dirigencia nacional, con la que ha colaborado como operador político, por ejemplo en las anteriores elecciones estatales de Sinaloa.
Yo miento, todos mentimos...
Aunque la obra pública realizada en la gestión de Garza Martínez tuvo enfoque en las zonas de menos recursos, también entregó bonos de retiro a todos los regidores del cabildo, de 500 mil pesos cada uno. El único que no cobró el cheque fue el propio alcalde, a quien luego los ediles acusaron de tenderles una trampa.
Durante su administración municipal, la oficina de inspección y vigilancia del ayuntamiento de Guadalajara fue requisada por el gobierno estatal, en un acto que Garza Martínez atribuyó a la rivalidad que siempre ha mantenido con el entonces gobernador jalisciense, Francisco Ramírez Acuña.
Es recordada su frase “yo miento, tú mientes, todos mentimos…” con la que se justificó cuando, como edil, fue interrogado sobre temas municipales en los cuales la realidad era diferente a como los informó en un principio.