Lunes 9 de abril de 2012, p. 3
En un juego que fue de menos a más para terminar en el alarido, Cruz Azul sucumbió en su propia casa 2-1 ante Gallos Blancos, que se lleva un triunfo de oro.
Con el resultado de un domingo inusual para La Máquina, que normalmente juega en sábado, el Querétaro toma un gran respiro que lo saca de la zona de descenso, aunque en la tabla general se queda en el sótano, con nueve unidades, mientras los celestes se mantienen en la novena casilla, con 18 puntos.
No le resultaba difícil a Cruz Azul arribar hasta la meta contraria, pero sí abrirse un hueco para rematar. Gallos Blancos lograba, a ratos, llegadas a profundidad, como cuando Isaac Romo, Jagger Martínez y Sergio Ponce estuvieron a punto de abrir el marcador.
Con una media cancha bloqueada con cinco jugadores, la visita dificultaba el paso de los Cementeros, que tampoco encontraban la forma de romper esa pared.
Los dueños del patio comienzan a demostrar por qué nunca habían perdido en casa ante los queretanos, al dominar con acciones de precisión, pero sin puntería.
Premio a la insistencia
Sin embargo, en tiro de esquina cobrado por Israel López, el ex cruzazulino Isaac Romo se adelantó a todos para cambiar la dirección del esférico e incrustarlo en la portería para firmar el 1-0. De inmediato se fueron al descanso.
Al reinicio, La Máquina regresó con la consigna de igualar los cartones. En la primera oportunidad, el venezolano Edixon Perea aprovechó para hacer un gol de cabeza (1-1).
Con el ingreso de Maranhao, el panorama cambió al tener mayor velocidad por la banda izquierda y mejor presencia en el área, donde aprovechó su poderío para poner en aprietos a Liborio Sánchez.
El final sería devastador para los de casa, cuando en tiro de esquina Israel López sirvió con precisión a Efraín Cortés, quien logró el gol del histórico triunfo de Querétaro al minuto 91.
El técnico de Gallos, el argentino Ángel David Comizzo –expulsado al minuto 81–, fue contundente al señalar que la victoria fue de oro puro. Los muchachos hicieron un gran partido, entregaron hasta lo que no tenían
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Enrique Meza, timonel de La Máquina, fue cauto al apuntar que Querétaro mereció el triunfo, porque no tuvimos un buen volumen de juego, nos ganaban casi siempre el mano a mano
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