ontaminados algunos del futurismo de asambleístas sin idea y de candidatos sin persuasión, el matador Alfredo Gutiérrez (DF, 33 años y 14 de alternativa) decidió autodestaparse como aspirante al cargo de Representante Ejecutivo de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares, para lo cual envió a la prensa especializada –sobre todo en alcahuetear empresarios y figurines importados– dos boletines de prensa, el segundo de los cuales, cuya ortografía y puntuación se respetan, se reproduce parcialmente por sus involuntarias revelaciones:

“Nuevamente me dirijo a ustedes para hacer saber algunas reacciones que se han sucitado (sic) al interior de la Fiesta Brava en torno a la Postura tomada buscando Presidir (sic) la Asociación Nacional de Matadores de Toros, Novillos Rejoenadores (sic) y similares. La Asociación de Matadores cumplió un ciclo y sería interesante ver la capacidad de otra persona al frente de esta agrupación Taurina, reconocen varias personalidades del mundo taurino en México. Y es que desde el momento en que Alfredo Gutiérrez ha levantado la mano diciendo que se postula para contender por el cargo, como Secretario General (sic) de dicha Agrupación Taurina comentarios en el medio están a la orden del día.

Todo Cambio es Bueno: Juan Castañeda, Gerente Operativo de La Plaza México, dijo ser respetuso (sic) de los movimientos que al interior de esta agrupación se pudieran dar y explicó que esto compete unicamente (sic) a los socios activos de la agrupación denómi-nada (sic) Asociación de Matadores de Toros, Novillos, Rejoneadores y similares. Si ellos, los socios activos deciden hacer cambios, yo creo que sería benéfico para ellos si, así lo ven. Nosotros como empresa no tenemos ningun (sic) problema en que cada agrupación haga sus movimientos, todo cambio puede ser bueno, Dijo el Contador Castañeda. En la vida los ciclos se cumplen y esté (sic) ya debió haber terminado hace algun (sic) tiempo. Agregó el directivo de La Plaza México…” (O hablar sin morderse la lengua, luego de casi 19 años de ensayo y error de una empresa contumaz pero autorregulada.)

“La Unión Mexicana de Toreros (el boletín no aclara que se trata de una agrupación fantasma con 15 socios que el empresario de la Plaza México se sacó de la manga para dividir y debilitar a los matadores): Alfredo Gutiérrez, de lo Honesto en la Fiesta. Miguel Ortas Miguelete, quien preside La Unión Mexciana (sic) de Toreros, organismo creado alternamente al de la AMTNR, explica que es muy sano y conveniente un cambió (sic) en esta organización.

Yo siento que es conveniente que hagan una renovación de la (sic) esa agrupación, y más sí (sic) entra Alfredo Gutiérrez quien es uno de los toreros más honestos que yo conosco (sic), apunta Miguelete. Todos tenemos un ciclo y con el matador (Antonio) Urrutia su ciclo terminó”, concluye el autoavalador boletín de un agradecido –con la empresa de la Plaza México, no con sus compañeros– Alfredo Gutiérrez.

En efecto, por alguna razón Gutiérrez fue incluido en el desalmado cartel del octavo festejo de la temporada pasada cortando modesta oreja, por lo que agradecido busca ahora corresponder a la calamitosa empresa, que por cierto hace 12 años no cubre a la Asociación Nacional de Matadores el fondo de reserva o cuota que cada empresa del país proporciona para asistencia médica, seguros, rehabilitaciones, etc., de los toreros.

También llama la atención que en los tres años que Alfredo Gutiérrez estuvo en el comité directivo de la Asociación de Matadores no haya sobresalido por sus actividades ni por su compromiso ni por sus pronunciamientos públicos, pero que ahora se autodestape para representarla, proclamando sus buenas intenciones y haciendo alarde de cualidades reconocidas únicamente por la empresa de la Plaza México y por el sindicato blanco de toreros que ésta inventó, la cual concede alternativas poco serias en una falta total de respeto a la profesión, a los toreros y a lo que va quedando de la fiesta de los toros.

Alguien dijo: Si no eres muy inteligente sé conciliador. Están bien los cambios y la terminación de ciclos, siempre y cuando sean para avanzar, no para retroceder y menos para beneficiar a los que se sienten inventores y dueños de la tradición taurina de México, cuya negativa a cambiar y su lento ciclo de aprendizaje tanto han perjudicado al espectáculo. Ojala esto lo tengan muy en cuenta los matadores en su próxima asamblea.