El candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, fue en este Sábado de Gloria el personaje preferido para ajusticiar al apóstol traidor en la tradicional quema de judas.

Vecinos del Centro Histórico y la familia Linares en el barrio de La Merced, quemaron este año figuras del político mexiquense en el ritual con el que se abre la Gloria al concluir la semana de Pascua.

Entre las comunidades que aún lo preservan, comerciantes y vecinos de la calle República de Colombia, sin juicio de por medio, pasaron primero por fuego al judas-Marcelo Ebrard –al que insertaron en la boca un hueso de res–, reclamando: Estamos hartos de lo mismo, mentiras y más mentiras.

Igual suerte corrió el judas-Peña Nieto, al que tenían bajo resguardo en la vecindad de Colombia 54, en cuanto lo colgaron a media calle de una azotea a otra, le prendieron fuego se fue desintegrando entre el tronido de los cohetes y la humareda.

Tampoco hubo proceso de por medio, pero una manta con la que posaron antes junto al monigote de más de tres metros de altura, daba cuenta del sumario: La misma rata pero más gorda. ¡¡Vas a votar por Peña Nieto!! Más sufrimiento ahora para tus hijos, cuánto tiempo, piénsalo si le das el voto a esta rata. Att. Barrio.

Otro personaje que llegó para quedarse en la representación de la judería es el del ex presidente Carlos Salinas, que en los puestos del Mercado de Sonora, esperaba también que le llegara su hora entre montones de judas-diablos de variado aspecto: flacos, panzones, chaparros, barbudos, cabezones o de largas cornamentas.

En otro puesto, de una media docena sobre la acera de Fray Servando, Paola Miranda, vecina de Valle de Chalco, lleva más de 25 años fabricando judas con su familia, sus dos hijos, sus nueras y siete nietos, hasta la más chiquita de 5 años carga los muñequitos, oficio que dice aprendió sólo mirando.

Vende sus diablos desde 500 pesos el más grande, hasta 10 pesos los más pequeños y el que más se vende es el mediano, de 35 pesos. Aunque no son caros, no se venden tantos como antes, lo que atribuye a que ya no se fabrican con cohetes, desde la quemazón en La Merced ya no se pueden conseguir fácilmente.

Comenta que ahora son pocos los sitios donde se venden judas, salvo en mercados de tradición, como éste, de la zona de La Merced; el mercado de San Juan, en la colonia Centro; el de Santo Domingo, en Coyoacán, y los de Xochimilco y Magdalena Contreras, donde ha llegado a vender sus obras a locatarios.

Por la noche, vecinos del Pueblo de Santa Rosa Xochiac quemaron en el parque de La Bombilla, en la Álvaro Obregón, a un judas o shimo, de 10 metros de altura.

En la calle de Madero, en el Centro Histórico, un judero con pantalón de peto de mezclilla y una máscara de calavera, exhibe colgados en un garrote una veintena de judas de diferentes tamaños. Penden del madero diablitos, calacas y charros, un cura y un rico, junto con algunas figuras de personajes populares como Cantinflas y Memín Pinguín. Es, sin embargo, un pregonero del museo en el antiguo Palacio de Iturbide, en la calle de Madero, que anuncia la exposición Grandes Maestros del Arte Popular Iberoamericano.

Así, por su poca oferta en calles de la ciudad, el tradicional judas se está convirtiendo en pieza de museo.