Aguantar como mártir, mientras no haya dolor
Sábado 7 de abril de 2012, p. 3
La mayor parte de las personas de edad avanzada desarrollan mayor tolerancia, no nada más hacia las esperas burocráticamente impuestas, sino hacia muchos otros aspectos de la vida: ya no son tan apresurados como los jóvenes, es parte del proceso de maduración
, señala Benjamín Domínguez Trejo, doctor en sicología y catedrático de la división de investigación y posgrados de la Facultad de Sicología de la UNAM.
No obstante, el también asesor de la Clínica del Dolor del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del Issste, lugar donde buena parte de sus pacientes son adultos mayores, refiere que esta tolerancia tiene límites, se erosiona, mientras más incapacitante o doloroso es un problema. Si no hay esos dos ingredientes las personas realmente pueden aguantar como mártires
.
En entrevista con La Jornada, critica el sentir de algunos servidores respecto a que los viejitos son quejumbrosos e hipocondriacos
y explica que todas las enfermedades crónicas son multicausales, por lo que la diversidad de molestias son diversas; en los males crónicos hay malestares físicos y emocionales, esa es una de sus carácterísticas distintivas
.
Respecto a la razón por la que para algunas personas las esperas prolongadas no son identificadas como maltrato
, el sicólogo refiere que este complejo fenómeno se observa en los pacientes con dolor crónico y en muchas personas mayores
, y precisa que el cerebro humano tiene la capacidad de transformar acontecimientos desagradables en algo aceptable
.