El informe de la Secretaría de Gobernación de que se han invertido más de 264 millones de pesos en la entrega de agua potable y alimentos a las comunidades de los estados más afectados por la sequía es inexacto, pues hay cientos de familias de diversas comunidades que no han recibido ninguna ayuda, dijo Heraclio Rodríguez Gómez, integrante de El Barzón de Chihuahua.

“Es un reporte muy corto, el gobierno aseguró que atiende a Ciudad Juárez, pero sólo marca una de las 147 comunidades que lo conforman; en Ascensión –que tiene una superficie mayor a la del Distrito Federal– tres comunidades han recibido el apoyo. En la Sierra Tarahumara hay 67 mil familias y, de acuerdo con los datos de Gobernación, únicamente 40 mil han accedido a la ayuda, allí hay cientos de pequeñas localidades a las que sólo se llega a pie o con caballos”, dijo.

Asentó que en Chihuahua se han atendido a 30 de los 67 municipios. Hay mucha lentitud en la ayuda, los funcionarios de las instituciones del gobierno todavía no comprenden que la sequía es una muerte lenta, provoca mayor desolación y es más grave que las inundaciones.

De acuerdo con el informe que el gobierno federal proporcionó a los integrantes de las agrupaciones que organizaron la Marcha del Hambre, de enero a marzo de este año se han entregado 992.6 millones de litros de agua y 750 mil paquetes alimentarios. Invirtió 85.1 millones de pesos para colocar 2 mil 798 tanques de almacenamiento de agua en 240 municipios de 14 estados; de 2011 (no especificó el periodo) a marzo de este año, gastó 101.2 millones de pesos en la entrega de 9 mil toneladas de alimentos en Chihuahua, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí y Coahuila.

El objetivo de la movilización que se realizó en enero desde Chihuahua hasta la ciudad de México, comentó Rodríguez Gómez, fue que el gobierno reconociera que la sequía es un problema más duro que las inundaciones, pues provoca hambre, abandono de las comunidades, desempleo, pérdida de todo el patrimonio. Lo desalentador fue que los diez puntos anunciados por el presidente Felipe Calderón no abordaron los problemas del hambre, de la planta productiva, salud ni de la educación.

Vemos con tristeza que el gobierno no hace nada para impedir la pérdida de la planta productiva que conservamos desde nuestros tatarabuelos y su incumplimiento en la entrega de los recursos a los gobiernos de los estados. Al final, somos nosotros quienes morimos. Los 37 mil millones de pesos anunciados no son ni una aspirina para el cáncer y aun así se niegan a entregarlos.