La crisis de violencia e inseguridad que enfrenta México puede convertirse en plataforma para que los candidatos a la Presidencia de la República se posicionen ante los electores. Sin embargo, más allá de discursos sin fondo, los aspirantes deben traducir la situación del país en propuestas concretas de solución y, sobre todo, atender muchas de las causas, señalaron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Confiaron en que la inseguridad no sea factor negativo en el próximo proceso electoral y que la ciudadanía pueda elegir de manera libre e informada por quién sufragar.

Gerson Hernández, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la UNAM, experto en comunicación política, resaltó que este jueves se iniciará una segunda etapa de promocionales de los candidatos presidenciales, en los cuales el tema principal será la seguridad.

Indicó que sería desafortunado que se trate de lucrar con la violencia y que ésta se asocie, implícita o explícitamente, a diversos actores políticos. Más allá de ello, sostuvo, debe haber propuestas de fondo.

“Hay que estar atentos a los espots de mañana (hoy). Enrique Peña Nieto se compromete a desaparecer la inseguridad y a dar una ‘vida tranquila’ a la ciudadanía. Andrés Manuel López Obrador va más allá de una batalla contra la inseguridad: expone que para atender ese conflicto se debe sanar primero el tejido social. A la que más perjudica el tema es a Josefina Vázquez Mota, por lo cual le conviene diferenciarse de la estrategia emprendida por el presidente Felipe Calderón; nadie querrá la continuidad de una política que ha dejado 50 mil muertos.”

El académico resaltó que en el proceso electoral de 2012 se presentan las campañas más cortas de la historia de México, y lo más conveniente para los candidatos es posicionar sus temas y ser proactivos, no reaccionar ante circunstancias o puntos diferentes a sus agendas, como ha ocurrido a la abanderada del blanquiazul.

En tanto, Salvador Mora, del Centro de Estudios en Administración Pública de la FCPS, sostuvo que el discurso sobre inseguridad es un tema muy de derecha, por lo que sería preocupante que exista un público receptivo para éste, pues habría riesgo de enaltecer figuras autoritarias.

El investigador consideró que no es saludable que las campañas se centren exclusivamente en el asunto de la seguridad. Hay conflictos más importantes que al ser resueltos abonarían a solucionar aquél: empleo, erradicación de la desigualdad, más oportunidades, educación, salud.

Atender estos tópicos generará algo distinto para este país, que padece una crisis desde que se aplicó la política de seguridad que ha sido el sello de la administración de Calderón. La violencia es un discurso con el que se trató de legitimar un proyecto político en 2006.

A casi una semana del inicio de las campañas políticas, Mora apuntó que los contenidos han mostrado dos proyectos similares: los de Peña Nieto y Vázquez Mota, quienes privilegian su imagen pública sobre sus propuestas. Y el de López Obrador, que ha apostado por figuras relevantes como posibles miembros de su gabinete; además de que nos ha dicho cuál es su proyecto para Pemex, qué hará con los recortes presupuestales y cuánto incrementaría el presupuesto para educación.