Un chequeo médico es un reporte del estado de salud de las personas en el momento en que se lo practican, lo cual no las exenta del riesgo de que en las semanas o meses posteriores desarrollen alguna enfermedad. Eso es algo común en el caso de infartos o aneurismas, que aparecen de repente y en gente aparentemente sana, afirmaron médicos internistas.

Comentaron que todos los servidores públicos, y más los que tienen altas responsabilidades, deberían estar obligados a realizarse los exámenes clínicos de manera rutinaria.

Mencionaron que el primer elemento del chequeo es la historia clínica. Luego, estudios de laboratorio para indagar el funcionamiento renal, hepático, los niveles de glucosa, así como colesterol y triglicéridos, con los cuales se advierte algún riesgo de alteraciones en la presión arterial o daños del corazón.

También, estudios de gabinete, radiografías de tórax y electrocardiograma. Este último es útil, aunque no reporta si hay arterias tapadas, las cuales son causa de infartos. De igual forma se debe realizar una tomografía o ultrasonido completo de abdomen para ubicar imágenes sugestivas de tumores o cálculos en páncreas, riñones y estómago, comentaron los médicos entrevistados.