Jueves 5 de abril de 2012, p. 24
Atenas. Un hombre jubilado se suicidó ayer miércoles por la mañana de un disparo en la cabeza en la plaza central de Atenas, luego de confesar que se negaba a mendigar comida de la basura
, tocando un punto sensible en un país cuyos habitantes sienten el agobio de la crisis económica. Según los primeros testimonios, el hombre se suicidó en las escaleras de la plaza Syntagma, que llevan a la explanada del Parlamento, donde desde hace dos años se realizan protestas en contra de la austeridad. Un transeúnte declaró a la televisión que el hombre dijo: No quiero dejar mis deudas a mis hijos
. En una nota de suicidio encontrada en un bolsillo, el hombre culpó a los políticos y los problemas financieros de la decisión de quitarse la vida, declaró la policía. El suicidio del farmacéutico jubilado de 77 años rápidamente desencadenó un torrente de apoyo, en un país donde una de cada cinco personas no tiene trabajo, y en el que un sentimiento de humillación nacional ha acompañado las sucesivas rondas de recortes de salarios y pensiones.