En la designación de candidatos del Partido Acción Nacional a cargos de elección popular destacan los familiares de la élite azulina, lo mismo parientes de políticos y personajes del actual gobierno que descendientes de los fundadores del PAN.

Con sólo 27 años de edad, Andrés Sánchez Miranda, sobrino de la aspirante el Gobierno del DF por Acción Nacional, Isabel Miranda de Wallace, obtuvo una candidatura plurinominal, prevaleciendo sobre viejos panistas, como José Luis Luege, director de la Comisión Nacional del Agua.

Uno de los hermanos de Mariana Gómez del Campo –prima de Margarita Zavala–, Gabriel, compitió en el 25 distrito electoral por una curul para la Asamblea Legislativa del DF.

Gabriel Gómez del Campo trabajó para Carlos Orvañanos en la delegación Cuajimalpa.

A lo largo de este sexenio, otros parientes y allegados a Mariana Gómez se han visto beneficiados con cargos y recursos públicos. Su hermana Teresa recibió contratos de Injuve por casi medio millón de pesos para elaborar una compilación de documentos; su cuñada, Daniela Verderi Muñuzuri, también recibió recursos de ese instituto.

Incluso el ex novio de Mariana Gómez, Jorge Romero Herrera, es el virtual candidato del PAN a la jefatura delegacional de Benito Juárez.

Julio Castillo López, de 31 años, hijo de Carlos Castillo Peraza, participó como precandidato a diputado por el distrito 20; es estudiante de doctrina social de la Iglesia.

Entre la parentela del panismo más antiguo se cuenta Juan Pablo Gómez Morín Rivera, de 65 años, nieto del fundador del PAN, Manuel Gómez Morín, y quien a partir de la llegada de Vicente Fox a la presidencia fue director de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales.

Gonzalo Altamirano Cárdenas, de 29 años, es hijo del ex dirigente panista, Gonzalo Altamirano Dimas y acaba de competir por la candidatura a diputado local por el distrito 30, en Coyoacán.

Altamirano Cárdenas, uno de los perjudicados por el cochinero panista ha denunciado acarreo de votantes y uso indebido de programas sociales en las elecciones internas del PAN.

Otra de las quejosas es la diputada local Lía Limón, quien también benefició a parientes suyos, como Ana Lía de Fátima García, quien fungió como directora general de bienestar y servicios juveniles del Injuve.