Domingo 1º de abril de 2012, p. 7
Toulouse. La película mexicana Los últimos cristeros, de Matías Meyer, sobre un capítulo sangriento de la historia de México, ganó el sábado el premio Flechazo del Festival de Cine Latino de Toulouse, Francia.
La cinta, de gran fuerza visual, sume al espectador en el paisaje dramático y desolador de la Cristiada, guerra entre la Iglesia y el Estado mexicano (1926-1929 y 1932-1938).
El largometraje –coproducción mexicano-holandesa– aún no se estrena en México, donde este capítulo de la historia es desconocido para gran parte de la población.
El joven director explicó que su padre, Jean Meyer, es el gran experto de la Cristiada, guerra entre los combatientes de Cristo Rey y las fuerzas del gobierno mexicano.
Él recogió los testimonios orales de campesinos sobrevivientes de ese conflicto, quienes se volvieron casi como de nuestra familia. De niño yo iba mucho con mi padre al campo, a visitar a los descendientes de los Cristeros
, dijo el realizador.
Eso me llevó a querer tratar esa epopeya en el cine, pero quería sobre todo recrear esa atmósfera, esas sensaciones
, explicó Meyer, autor de una película que llama a la reflexión sobre el compromiso, ya sea religioso, político o personal.
Mención especial a Un mundo secreto
El jurado otorgó una mención especial a Sentados junto al fuego, del chileno Alejandro Fernández Almendras, película que aborda con pudor y sensibilidad el amor de una pareja confrontada a la enfermedad de la mujer.
El último Elvis, sobre un obrero porteño que sueña ser Elvis Presley, ópera prima de Armando Bo, recibió el premio Descubrimiento de la crítica francesa, que dio también una mención especial a Un mundo secreto, de Gabriel Mariño, que esboza un retrato de la juventud mexicana.
El largometraje preferido por el público fue Violeta se fue a los Cielos, de Andrés Wood, tributo a Violeta Parra, leyenda de la música chilena.