En el arranque de campaña del mexiquense, recurre el PRI de nuevo al acarreo
Se compromete a que funcionarios estén obligados a difundir su relación de bienes
Reducir en 100 el número de diputados federales, otra propuesta del candidato presidencial
Viernes 30 de marzo de 2012, p. 3
Guadalajara, Jal., viernes 30 de marzo. Enrique Peña Nieto se comprometió a cambiar el país para recuperar la paz y libertad; lograr un México incluyente y sin pobreza, ofrecer más educación de calidad para todos, crecer económicamente con más y mejores empleos y recuperar el liderazgo y orgullo nacional ante el mundo. Ofreció ejercer un gobierno eficaz y dejar atrás la visión partidista
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Anunció que de inmediato firmará tres compromisos: crear la comisión nacional anticorrupción; establecer la obligación de todos los altos funcionarios de hacer pública su relación de bienes –desde este viernes ya está disponible la de él mismo en la dirección enriquepeña.com– y disminuir en 100 el número de diputados federales.
Al concluir el periodo de silencio impuesto por la legislación electoral y en esta plaza donde es oposición desde 1995, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) puso en marcha su inveterado recurso de la escenografía y el acarreo para iniciar los 90 días de la campaña de Enrique Peña Nieto por la Presidencia de la República.
Así, luego del mitin de apertura se lanzó a una marcha de 10 calles llamada Por la paz y la esperanza
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Se trata, además, del lugar donde su abanderado recibió en octubre pasado una severa dosis de realidad desde que anunciara sus intenciones políticas, cuando en la Feria Internacional del Libro resbaló en la mención de tres obras editoriales.
De 45 años, nacido en Atlacomulco, estado de México, Peña Nieto eligió Jalisco –a decir de sus voceros de campaña– por todo cuanto simboliza como desafío a sus contrincantes del Partido Acción Nacional (PAN), por su enorme clientela electoral y su representación como una de las joyas políticas de México.
Además porque tanto el candidato como su partido buscaron contundencia, lucir músculo de triunfadores y aparecer desde el primer minuto de campaña como un prodigio de organización y seguidores.
También buscan reafirmar el destacado lugar de su candidato en las encuestas.
Apenas conocida la ratificación del IFE a su candidatura, Peña Nieto publicó en su cuenta de Twitter que en breve difundirá vía Internet su declaración patrimonial, lo que hizo horas después.
Como también lo hiciera su contrincante del PAN, Josefina Vázquez Mota, el mexiquense y su partido buscan sumarse al certamen de golpes efectistas para mostrar prendas de probidad y ganar la confianza del electorado.
A mediados de septiembre de 2011, Peña Nieto hizo pública una decisión de la cual nadie dudaba: buscaría la candidatura presidencial.
Entre esa fecha y el 21 de noviembre contendió contra el líder de los senadores de su partido, Manlio Fabio Beltrones, también interesado en la nominación presidencial.
Cuando ese día Beltrones anunció su declinación, el camino de Enrique Peña quedó allanado y su partido lo registró como precandidato único el 27 de noviembre. El 19 de diciembre la comisión de procesos internos del PRI acreditó la validez de su registro como aspirante presidencial.
Originalmente Peña sería candidato, además, por los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), vía una coalición registrada ante el Instituto Federal Electoral (IFE) con el nombre de Compromiso por México.
Pero diferencias insalvables en la conformación de las candidaturas al Congreso llevaron a una ruptura con la líder del magisterio, Elba Esther Gordillo, y su partido, el Panal, el 20 de enero.
La alianza se mantuvo sólo con el PVEM, el cual lo proclamó candidato presidencial en un acto masivo realizado el 14 de febrero en Tepozotlán, estado de México.
Ante las restricciones de la llamada veda electoral
el abanderado tricolor se apegó de manera ortodoxa y, salvo algunas conferencias de prensa, sólo acudió a encuentros privados.
Aprovechó también ese lapso para recorrer el país y filmar los promocionales que a partir de hoy –como los del resto de los aspirantes– se reproducirán incesantemente.
A partir del 29 de diciembre, cuando acudió a Huejutla, Hidalgo –donde también 18 años atrás inició campaña presidencial el malhadado Luis Donaldo Colosio–, Peña Nieto tuvo reuniones con la estructura partidista en plazas como Veracruz, Guadalajara, León, Apizaco, Ciudad Victoria, ciudad de México, Culiacán, Monterrey y Durango.
Finalmente, el 12 de marzo rindió protesta como candidato en una ceremonia en Dolores Hidalgo, Guanajuato. Tres días después acudió al IFE para solicitar su registro. Hoy ya es candidato, ya está en campaña.