Viernes 30 de marzo de 2012, p. 8
Toulouse, 29 de marzo. Cuatro jóvenes cineastas mexicanos compiten en el Festival de CineLatino de Toulouse, Francia, con películas sorprendentes que revelan una búsqueda de raíces y una exploración de la profunda crisis económica, social, emocional
de México.
Los que hacemos cine estamos obsesionados con el tema del país, quizás porque no le vemos salida a la crisis
, dijo Matías Meyer, autor de Los últimos cristeros, uno de los 14 largometrajes en competencia en esta fiesta del cine latinoamericano, que concluye el primero de abril.
Su película sume al espectador en el paisaje de la guerra religiosa que asoló México hacia la década de 1920, capítulo casi desconocido para las jóvenes generaciones.
El lenguaje de los machetes, opera prima de Kyzza Terrazas, se sitúa en el México de hoy y comparte una reflexión sobre el compromiso y las utopías.
La película aborda el malestar de una joven pareja y su amor imposible en una sociedad llena de injusticias. Terrazas confiesa que su filme es como un grito
que le ha salido de las entrañas ante una sociedad cuyo tejido social está completamente deteriorado. La sociedad mexicana no ha cultivado la civilidad, el sentido de identidad
, dijo el director.
En México vivimos una profunda crisis social, política, económica, emocional; a los creadores nos toca retratar el entorno
, coincidió en afirmar que Gabriel Mariño, autor de Un mundo secreto, que también compite.
El filme de Mariño ofrece, a través del retrato de una joven que emmprende un vaje para conocer la ballena gris, una radiografía de la juventud mexicana.
Por su lado, el mexicano Pablo Aldrete también explora las raíces y la identidad en Río de oro, ambicioso western que se sitúa a mediados del siglo XIX.