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Sobre la mesa, la situación de agentes cubanos presos en EU y el del estadunidense Gross

Raúl Castro y el Papa abordan el tema humanitario en su reunión

La isla avanza por caminos de renovación y esperanza, dice Benedicto XVI a feligreses

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Joseph Ratzinger, líder de la Iglesia católica, y el presidente de Cuba, Raúl Castro, ayer en el Palacio de la Revolución en La HabanaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de marzo de 2012, p. 35

La Habana, 27 de marzo. El presidente Raúl Castro y el papa Benedicto XVI conversaron hoy sobre demandas de intervenciones humanitarias para casos de personas en dificultad, lo cual pudo poner sobre la mesa la situación de los cinco agentes cubanos y el estadunidense Alan Gross, prisioneros cuyas respectivas liberaciones y repatriaciones reclaman los gobiernos de La Habana y Washington.

El tema humanitario también se abordó en una reunión entre comitivas de ambas partes, que se realizó al mismo tiempo que el mandatario cubano recibía al pontífice, en el Palacio de la Revolución, según informó el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.

Los medios cubanos reportaron las entrevistas, sin referirse al contenido y sólo consignaron que se trataron temas de las agendas de Cuba y el Vaticano.

Lombardi dijo a la prensa que en ambas reuniones estuvieron presentes los muchos mensajes recibidos por la Santa Sede con solicitudes de intervenciones humanitarias para personas en dificultad, pero añadió que no tenía detalles sobre los nombres o casos que se trataron.

La conjetura sobre los agentes cubanos y Gross surge porque Cuba ha ofrecido en forma pública tratar la solución de ambos casos con un criterio humanitario, lo que en la práctica equivaldría a medidas excepcionales, a partir de los privilegios de los Ejecutivos, para anular las sentencias vigentes y permitir el regreso de todos ellos a sus respectivos países.|

El vocero del Vaticano dijo que la reunión entre Castro y el Papa fue muy cordial, dentro de un clima positivo. Joseph Ratzinger pidió al líder cubano que considere la posibilidad de declarar feriado el Viernes Santo, igual que su hermano Fidel accedió a la petición de Juan Pablo II de reconocer la fiesta de la Navidad.

Castro y Benedicto XVI, y las comitivas, también trataron tanto la situación del país cuanto las esperanzas y el deseo de la Iglesia de poder contribuir a vivir con plenitud el momento que el país está enfrentando, así como sus deseos de más aperturas para realizar su misión, según Lombardi.

Las comitivas estaban encabezadas por el vicepresidente primero de Cuba, José Ramón Machado Ventura y el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone. Castro y el Papa conversaron durante unos 40 minutos y luego intercambiaron regalos.

De Santiago a La Habana

El Papa durmió el lunes cerca de la Basílica Menor Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, a 20 kilómetros de Santiago de Cuba. Temprano por la mañana del martes tuvo una misa en el templo y más tarde dirigió un breve mensaje, en el que evocó por segunda vez el horizonte de la isla.

Dirigiéndose a los feligreses, dijo que tuvo en sus oraciones “el futuro de su patria avanzando por caminos de renovación y esperanza para el mayor bien de todos los cubanos.

Tambien he suplicado a la virgen por las necesidades de los que sufren , de los que están privados de libertad, separados de sus seres queridos, o pasan por graves dificultades, agregó.

En el pequeño poblado de El Cobre, donde está la Basílica, Ratzinger instó a los cubanos a unirse, respetar a todos con amor y superar el rencor y la enemistad; a los jóvenes les pidió no sucumbir ante propuestas que dejan la tristeza tras de sí; elogió a los campesinos que ofrecen sus viviendas como casas de misión (una forma de trabajo de la Iglesia católica en Cuba, por la escasez de templos) y recordó de modo particular a los descendientes de esclavos africanos.

El pontífice animó a los fieles a ser perseverantes en medio de las dificultades y a que nada ni nadie les quite la alegría interior tan característica del alma cubana.

Benedicto XVI llegó a Santiago de Cuba por ser el lugar de culto de la Caridad del Cobre, la figura más venerada por los católicos en la isla, que en 2012 celebran los 400 años del hallazgo de la imagen.

Orar en El Cobre era el momento central de la visita del Papa, dijo más tarde Lombardi.

Además de su significado católico, la Caridad es un símbolo nacionalista, por el culto que le rindieron los mambises, los campesinos que pelearon por la independencia de la isla y en su ropaje está bordado el escudo cubano.

Por eso se le llama virgen mambisa y en sus celebraciones a menudo ondean banderas cubanas y se canta el himno nacional.

Pero la Caridad es, además, motivo de devoción para los seguidores de religiones sincréticas de origen africano, que en esa figura católica también veneran a Oshún, la deidad yoruba del amor y la maternidad. En la peregrinación muchas personas visten de amarillo, el color que distingue a la Caridad y a Oshún.

Según la tradición católica, en 1612 tres jóvenes cubanos –un negro y dos mestizos– descubrieron la imagen flotando en la bahía de Nipe (Holguín, noreste), con la leyenda Yo soy la Virgen de la Caridad.

La virgen mestiza caracteriza al pueblo cubano, explicó el historiador Eusebio Leal, en un reciente comentario radial. En años de lucha, de peregrinación, de violencia por alcanzar la libertad y la abolición de la esclavitud ella ha estado allí en El Cobre.

El poblado fue una zona de explotación de minera. Ahora es un centro de atracción de miles de cubanos y extranjeros que visitan el templo, monumento nacional junto con todo su entorno. Los peregrinos encienden velas o depositan una amplísima gama de ofrendas, como uniformes militares, trofeos deportivos, joyas, títulos escolares, aparatos ortopédicos

La Virgen de la Caridad fue declarada patrona de Cuba el 10 de mayo de 1916 y coronada personalmente por el papa Juan Pablo II el 24 de enero de 1998.