De acuerdo con proyecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), la producción de frijol para 2012 será de 600 mil toneladas, lo que significa una disminución de más de 40 por ciento respecto al promedio de los tres años anteriores a la sequía y representaría un aumento en las importaciones.

Durante el foro Expectativas del sector agroalimentario, organizado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera y la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), Daniel Berman, ministro consejero para asuntos agropecuarios de la embajada de Estados Unidos en México, señaló que en el caso del maíz se espera una producción de 18 millones de toneladas, 15 por ciento menos que el promedio de los tres años previos a la aguda sequía que afecta al país.

En dicho encuentro, Oliver Flores, director general de Industrias Básicas de la Secretaría de Economía, afirmó que la información de las perspectivas internacionales y nacionales indica que algunos productos pudieran presentar presiones de abasto y de precios en México en el corto y mediano plazos, como son maíz, sorgo y frijol.

En el foro también se habló de los transgénicos. En entrevista posterior al mismo, Pedro Brajcich, director del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, sugirió que antes de dedicar los esfuerzos a la generación de biotecnológicos habría que explotar el potencial de las variedades criollas. Afirmó no saber si las pruebas piloto autorizadas recientemente para la siembra de maíz transgénico cumplen con las medidas necesarias de aislamiento para evitar una eventual contaminación, pero confió en que las autoridades correspondientes vigilen que así sea.

En tanto, Ariel Álvarez, secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados, descartó que se tomen medidas en contra de pequeños productores en caso de que ocurriera un flujo genético en pequeñas parcelas, mientras éstos sigan utilizando la producción para autoconsumo y comercio a menor escala, pues no hay daño a la economía de las grandes compañías.