Washington, 21 de marzo. El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Ben Bernanke, expresó su preocupación por las recientes alzas del precio internacional del petróleo, factor que, dijo, podría golpear el gasto del consumidor estadunidense.

Desde una perspectiva meramente del PIB (producto interno bruto), pienso que precios más altos de la energía probablemente van a desacelerar el crecimiento, al menos en el corto plazo, dijo Bernanke durante una audiencia en una comisión de la Cámara de Representantes.

El petróleo subió este miércoles debido a una inesperada caída en las reservas de Estados Unidos que contrarrestó el impacto en el mercado de los esfuerzos de Arabia Saudita para rebajar los precios con un incremento de la producción.

En Nueva York el West Texas Intermediate (WTI) subió 1.20 dólares, a 107.27 dólares, tras descender más de 2 dólares en la víspera; el crudo Brent de Londres cerró con un alza de 0.08 dólares, a 124.20 dólares por barril, y la mezcla mexicana de exportación sumó 13 centavos, con respecto a la jornada anterior, al cerrar en 114.08 dólares por tonel.

Los precios del crudo han subido 15 por ciento este año, debido a que las sanciones de Estados Unidos y Europa contra Irán por sus planes nucleares han llevado a Teherán a amenazar con cerrar el Estrecho de Ormuz, una vía clave, por donde transita 35 por ciento del crudo transportado por vía marítima en el mundo.

Arabia Saudita –el mayor exportador de crudo en el mundo– señaló que bombea 9.9 millones de barriles por día (bpd), el mayor nivel en décadas, y que está dispuesto a incrementar la producción a 12.5 millones de bpd en caso necesario.

Por su parte, la jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, dijo el martes que los precios del petróleo subirían entre 20 y 30 por ciento, en caso de interrupción de las exportaciones de crudo iraní, lo que socavaría la economía mundial, ahora que, dijo, se aleja lentamente del abismo.

Por otra parte, Bernanke, apuntó que los problemas financieros de Europa se han aliviado, pero que el banco central estadunidense estaría preparado para actuar si las condiciones empeoran. Agregó que las instituciones financieras de Estados Unidos tienen alguna potencial exposición a pérdidas, pero señaló que los principales bancos de su país no son vulnerables.