Kabul, 12 de marzo. Los talibanes juraron hoy vengar el asesinato de 16 civiles –nueve de ellos niños y tres mujeres– a manos de un soldado de Estados Unidos, en la sureña provincia afgana de Kandahar, y prometieron intensificar sus ataques contra quienes calificaron de salvajes estadunidenses y enfermos mentales.

El emirato islámico garantiza a los familiares de las víctimas que vengarán el brutal asesinato de cada uno de los mártires a manos de los invasores. Las víctimas no representaban ninguna amenaza para los enfermos mentales estadunidenses, según un comunicado.

El Parlamento afgano aseguró este lunes que la paciencia y tolerancia de la nación con las tropas extranjeras se está acabando tras la matanza del domingo. Además, pidió que el o los culpables estadunidenses por la tragedia sean juzgados en público en Afganistán.

Sin embargo, el vocero del Pentágono, George Little, indicó que el presunto autor de la muerte de 16 civiles será procesado por la justicia militar de Estados Unidos. El secretario de Defensa, Leon Panetta, dijo que el responsable podría ser condenado a pena de muerte.

Reportes previos de pobladores afganos dieron cuenta que en tragedia participaron varios soldados estadunidenses que al parecer estaban ebrios.

En imagen del 11 de marzo, afganos posan junto a manchas de sangre y restos carbonizados dentro de una casa donde según testigos 16 civiles fueron asesinados el domingo por un soldado de EU en la provincia de KandaharFoto Ap

El presidente estadunidense, Barack Obama, advirtió contra un retiro apresurado de las tropas de su país de Afganistán, al señalar que es importante asegurarnos una salida responsable, para que no tengamos que volver.

El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, insistió en que la estrategia de Estados Unidos en Afganistán no cambiará y sostuvo que Washington mantiene el compromiso de desarmar y derrotar a Al Qaeda, así como de capacitar a las fuerzas afganas para que garanticen su propia seguridad.

De visita en el país invadido, la canciller federal alemana, Angela Merkel, manifestó escepticismo sobre el retiro previsto de tropas de combate de la OTAN en Afganistán en 2014.

Merkel, quien estuvo en la base de Masar-i-Sharif, donde se encuentran desplegados los militares alemanes, dijo que el proceso de reconciliación política con insurgentes como los talibanes no registró avances hasta el momento, por lo que no es propicio un retiro.

Por otro lado, en Irak, al menos 13 personas, siete de ellas policías, murieron en tres ataques en Bagdad y sus alrededores, informaron fuentes oficiales y médicas.