Cuando por la incertidumbre financiera la punta de lanza de todas las economías es el proteccionismo, el gobierno del presidente Felipe Calderón se empeña en colocar a México a contracorriente y fuera del acontecer mundial para convertirlo en el campeón del libre comercio al querer sumarlo ahora al Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), advirtió Arturo Ortiz Wadygmar, especialista en comercio exterior del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM.

Los resultados de los otros acuerdos evidencian que las autoridades están trabajando para las grandes empresas trasnacionales que operan en el país, principalmente en el ramo automotriz, químico, eléctrico y electrónico, ya que son las beneficiarias de tantos tratados comerciales que pocos o mínimos resultados han traído para los bolsillos de los mexicanos.

No se vale, expresó, que el gobierno generalice las ventajas que los acuerdos tienen para un sector y asegure que benefician a toda la nación y, en entrevista, refutó una a unas las ventajas del TPP que proclaman las autoridades como la diversificación de las exportaciones mexicanas, el fortalecimiento de México en América Latina, la generación de empleos, mejores salarios, el desarrollo económico y acceso de los consumidores a productos de mejor calidad y precio.

Autoridades desestiman el déficit de la balanza comercial

Ortiz Wadygmar criticó el socorrido argumento que utilizan los funcionarios de la Secretaría de Economía (SE) para desestimar el déficit en la balanza comercial en el sentido de que no es malo que las importaciones superen a las exportaciones ya que muchas de las primeras son insumos que la industria requiere para fabricar productos de exportación o bien que a los consumidores finales llegan mercancías de mejor calidad y precio. Si esto fuera cierto, dijo, entonces el proyecto maquilador sería un éxito, pero la realidad demuestra que no es así y por ello Ciudad Juárez y otras ciudades de la frontera norte tienen severos problemas de desempleo e inseguridad, esa es la mayor prueba de los nuevos problemas que se han generado.

Según las autoridades en las empresas exportadoras se pagan salarios superiores al promedio nacional, pero el especialista aclaró que esto tampoco puede generalizarse ya esto ocurre para puestos directivos, ingenieros u obreros calificados, muchos de ellos traídos de las naciones de origen de las trasnacionales, mientras que el grueso de los trabajadores tienen bajas remuneraciones. El obrero maquilador, por ejemplo, recibe el salario mínimo zonal que en el norte es muy bajo y trabaja más de ocho horas, en condiciones laborales fuera de la ley.

El especialista consideró que la decisión gubernamental por sumarse al TPP (al que pertenecen Brunei, Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Estados Unidos, Australia, Perú, Vietnam y Malasia) duplicaría acuerdos y tratados comerciales que ya tiene suscritos con algunos de sus integrantes. Cuestionó que se pondere que el TPP servirá para fortalecer la presencia de México en América Latina, cuando lo mismo se ha dicho cuando se han firmado acuerdos con cada nación de la región: ¿qué sucederá entonces? ¿se echarán a la borda los anteriores como el firmado recientemente con Perú?

Insistió en que la tendencia mundial es el proteccionismo y de ello no está excluido Estados Unidos, el principal socio comercial de México, por lo que si el con el TPP también se pretende cambiar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), como lo expresó el subsecretario de Economía, Francisco de Rosenzweig, está por verse qué condiciones pondrá porque es de esperarse que pondrá todo tipo de trabas arancelarias, puntualizó Ortiz Wadygmar.