La institución saldó una deuda pendiente
que tenía con el escritor, afirmó José Narro
La ceremonía se realizó a casi un año nueve meses del fallecimiento del intelectual mexicano
Sábado 10 de marzo de 2012, p. 33
El rector José Narro Robles entregó anoche a la familia de Carlos Monsiváis el doctorado honoris causa que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) le confirió hace dos años. De esa manera, dijo, la institución saldó una deuda pendiente
con el escritor.
“Es un pago de deuda –explicó– porque en septiembre de 2010 debimos haber entregado a Carlos Monsiváis esas insignias que lo reconocían como doctor honoris causa. El destino, la vida, la biología se interpusieron en esa posibilidad.”
La ceremonia tuvo lugar casi un año nueve meses después del fallecimiento del intelectual; como parte de la misma, fue inaugurada una sala cinematográfica con su nombre en el Centro Cultural Universitario, a manera de homenaje permanente que la máxima casa de estudios del país rinde a su memoria.
Este es un acto de justicia y celebración, porque, en una forma modesta, queremos que una vez más se puedan perpetuar la figura, el ejemplo y la obra de Carlos Monsiváis al designar a una de nuestras salas con su nombre
, sostuvo Narro Robles.
Recordó cómo el cine fue un gusto capital del cronista, pero también una manera de analizar y comprender a México.
Fue, precisó, una de sus formas de entender a nuestro país, que en muchos momentos se mostró con sus películas, las actuaciones, los actores, los argumentistas, con toda aquella gente que hace posible el cine, como un país que era ejemplar en nuestro continente y mucho más allá del mismo
.
Durante su breve discurso, de menos de 10 minutos y el cual pronunció tras entregar las insignias del doctorado a Beatriz Sánchez Monsiváis, prima del escritor, el rector calificó al autor de Días de guardar como un personaje extraordinario en la vida nacional, así como un gran maestro
para los alumnos y para el conjunto de la sociedad.
Era un hombre difícil, muy difícil, por lo menos para mí, de definir; un personaje extraordinario, congruente, ligado permanentemente a las mejores causas de nuestra sociedad; un hombre consistente; un hombre que pudo hacer de la palabra escrita, dicha, grabada en video, cine y la radio un argumento, una herramienta, un mecanismo para defender valores extraordinarios
, agregó.
Por eso, frente a la familia y sus amigos, discípulos, gente que estuvo ligado a ese extraordinario mexicano, reitero que lo echamos de menos, que en tiempos tan complejos nos hace mucha, mucha falta; que hoy requeriríamos de la exactitud de su palabra; que hoy necesitamos de su sentido del humor; que hoy requerimos de su gran inteligencia, inteligencia privilegiada; que hoy necesitamos de su enorme fortaleza para ver hacia adelante.
El acto fue atestiguado por la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Consuelo Sáizar, además de que representó la primera aparición pública oficial de María Teresa Uriarte como coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, un día después de que el rector le tomó protesta en ese cargo, tras la renuncia del escritor Sealtiel Alatriste, por verse envuelto en una polémica de plagio.
En nombre de la familia, Beatriz Sánchez Monsiváis señaló que era motivo de orgullo que la institución educativa mas importante del país haya reconocido con tal distinción al escritor: nos sentimos muy satisfechos, pero también muy tristes, porque él ya no está, porque no haya recibido en persona este reconocimiento. Carlos nos hace muchísima falta
.
Entrevistada, aclaró que tanto el diploma como la medalla de este doctorado honoris causa serán conservados por la familia y que no piensan integrarlos a las colecciones del escritor que se exhiben en el Museo del Estanquillo.
Por su parte, la tía Mari, como es conocida uno de los personajes más cercanos de Carlos Monsiváis, se mostró muy emocionada durante toda la ceremonia y, en escueta charla, se dijo orgullosísima
de este reconocimiento para su sobrino.
Me siento muy contenta; para mí es un gozo muy grande que se siga recordando mucho y con tanto cariño a Carlos. Él quería mucho a la Universidad Nacional, para él era lo máximo, la defendía y apoyaba; ni más ni menos de aquí salió.
El homenaje de la UNAM a Carlos Monsiváis incluye la programación de un ciclo de cine integrado por cinco de los títulos que más le gustaron: La mujer sin alma, de Fernando de Fuentes; Enamorada, de Emilio Indio Fernández; La diosa arrodillada, de Roberto Gavaldón; Esquina bajan, de Alejandro Galindo, y El ceniciento, de Gilberto Martínez Solares.
De igual manera, se proyectó un cortometraje producido por TV UNAM en el que se aborda la faceta cinéfila del cronista, además de que fue montada una muestra con algunas piezas de su colección de maquetas, prestadas para la ocasión por el Museo del Estanquillo.