Para intimidar a sus víctimas, José Juan Flores Elías, presunto violador serial, las abordaba en un puente peatonal de la autopista México-Puebla, en la zona conocida como La Escondida, a la altura de la colonia San Francisco Apolocalpo, delegación Iztapalapa, y les decía que era buscado por las autoridades por matar a una persona y les exigía que lo abrazaran como si fuéramos pareja, para no despertar sospecha.

Las mujeres eran sorprendidas entre las 5 y 9 de la mañana, cuando se dirigían a sus trabajos o escuela. Ayúdame a cruzar el puente y no te va a pasar nada, les decía Flores Elías, pero apenas llegaban al otro extremo las conducía a una zona de cuevas, ubicada a un costado de la autopista, donde, además de despojarlas de sus objetos de valor, las golpeaba y atacaba sexualmente.

Hasta el momento el presunto delincuente ha sido identificado por cuatro víctimas, informó la fiscal central de investigación para la atención de delitos sexuales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Juana Camila Bautista; agregó que Elías Flores operaba en la zona desde el año pasado.

Aunque el presunto violador conducía un taxi tolerado del estado de México –donde tenía su domicilio–, eligió a dos de sus víctimas cuando viajaban en otro tipo de transporte público, como combis, que abordó en el municipio mexiquense de Ixtapaluca y, cuando éstas descendían en el lugar mencionado, las seguía para amenazarlas y agredirlas.

Según la funcionaria de la PGJDF, alrededor de 10 por ciento de las violaciones que se denuncian en el Distrito Federal ocurren en vía pública, como las que perpetró Elías Flores, quien será consignado por los delitos de violación y robo agravado calificado ante un juez del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.

La fiscal afirmó que la prisión vitalicia, sanción propuesta por el gobernador del estado de México, Eruviel Ávila, en el caso de César Armando Librado, El Coqueto, desde mi punto de vista personal sí estaría bien para casos como los de violadores seriales.