desentonar
Lunes 5 de marzo de 2012, p. 33
Desde hace 35 años, José Santos y su hija Patricia manejan un pequeño negocio de mudanzas. Proporcionan el servicio con una camioneta que estacionan en la esquina de Moliére y Ferrocarril de Cuernavaca, de la colonia Ampliación Granada.
Consideran que su permanencia en la zona está en riesgo porque desentonan
con las lujosas construcciones como City Towers, Plaza Carso y el Museo Soumaya.
Cada día es más caro vivir aquí, pues desde que se empezaron a hacer esos edificios, el agua y la luz han subido entre 20 y 30 por ciento; ahora son más frecuentes los apagones, que a los grandes edificios no les afectan porque tienen plantas de luz
.
Según Patricia, la convivencia ha cambiado porque ahora acude gente de más categoría
, incluso actores y actrices, por lo que vamos evolucionando con ellos; procuramos vestirnos mejor para que no nos vean tan zarrapastrosos
Guadalupe Ruiz Perales, de 98 años, habita en la cerrada de Andrómaco. Durante 32 años fue camarera en el hotel Génova y otros de la Zona Rosa. Dice que el cambio ha sido muy exagerado; ahora la Ampliación Granada parece parte de Polanco
.
Recuerda que llegó como paracaidista hace 40 años y que en la gestión de Cuauhtémoc Cárdenas obtuvieron sus escrituras; vendió su pequeño predio y emigró a Tulancingo, pero tuvo que regresar. Ahora renta, y como muchas otras personas, se ha quedado sola y apenas subsiste en un cuartito, en medio de los millonarios proyectos inmobiliarios en la zona.