Este miércoles se documentaron en 11 entidades 54 muertes que tendrían vínculos con la delincuencia organizada, entre ellas las de cinco personas decapitadas que se hallaron en el municipio de Ébano, San Luis Potosí, y las de ocho sujetos que perdieron la vida en un enfrentamiento con policías federales ocurrido en Villa de Cos, Zacatecas.

Cinco cuerpos decapitados, con huellas de tortura, fueron localizados en dos zonas distintas del municipio de Ébano, en la Huasteca potosina, colindante con los estados de Tamaulipas y Veracruz. Fuentes no oficiales indicaron que dos cadáveres fueron dejados cerca de la plaza principal de la demarcación, y tres más a las orillas de la presa La Marlén. Al cierre de esta edición se ignoraba la identidad de las víctimas.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de San Luis Potosí realizó las primeras investigaciones, y envió los cuerpos al Servicio Médico Forense para su identificación. Elementos del Ejército Mexicano acordonaron los lugares donde se cometieron ambos asesinatos.

En el municipio de Charcas, también en territorio de San Luis Potosí, elementos militares, en coordinación con las policías Federal y Estatal, confiscaron más de una tonelada de mariguana que se hallaba oculta en el doble fondo de una camioneta, como parte de labores de vigilancia incluidas en el Operativo Noreste. El decomiso dejó como saldo tres detenidos, una mujer, un varón y un menor de edad.

Enfrentamiento en Zacatecas

Mientras, la PGJE de Zacatecas dio a conocer en un boletín que sujetos no identificados se enfrentaron a balazos con agentes federales en la comunidad Chaparrosa, del municipio de Villa de Cos, lo que dejó como saldo ocho presuntos delincuentes muertos y dos policías heridos. Indicó que el combate inició cuando los uniformados patrullaban la zona y se encontraron con un grupo de hombres armados.

Villa de Cos y municipios aledaños quedaron resguardados por elementos de la Policía Federal, del Ejército Mexicano y de corporaciones estatales, que realizaron un operativo de vigilancia en la zona, se informó en el comunicado.

En tanto, Rubén Pérez Reyes, estudiante de la Universidad Juárez del estado de Durango, fue asesinado de dos disparos en la cabeza cuando era atendido en el área de emergencias de la clínica 46 del IMSS, ubicada en la capital de dicha entidad.

Rubén ingresó al nosocomio con golpes contusos en el cuerpo, 20 minutos antes de que un varón de alrededor de 30 años de edad se le acercara y le diera muerte de dos tiros calibre .45 milímetros en el cráneo.

La relación de fallecimientos documentados ayer incluyó a 12 víctimas en Chihuahua, 10 en Sinaloa –tres de ellas en una fosa clandestina hallada en Culiacán–, cinco en Nuevo León, cinco en Guerrero, cuatro en Colima, dos en el estado de México, uno en Jalisco y uno en Sonora.