Protestan militantes por los casos Larrazabal, Córdova y Zermeño
Jueves 1º de marzo de 2012, p. 7
La definición de los candidatos panistas al Senado y la Cámara de Diputados propició una nueva crisis en Acción Nacional. Su comité ejecutivo enfrenta severas críticas por designar a personajes cuestionados por presuntos vínculos con la delincuencia, por el desplazamiento de cuadros considerados de alto perfil, y prácticamente dar carta de naturalización a las prácticas de compra y coacción del voto.
Entre estos casos se encuentra la designación del edil de Monterrey, Fernando Larrazabal, como candidato a diputado plurinominal. El tema resalta porque el año pasado el alcalde enfrentó, a iniciativa del CEN, un proceso de sanción por no haber acatado la recomendación de separarse de su cargo en tanto se resolvía la situación de su hermano Jonás, quien fue videograbado recibiendo dinero en un casino.
Otro caso es el del ex secretario de Salud José Angel Córdova, quien a pesar de ser el integrante del gabinete presidencial mejor evaluado por la ciudadanía, se quedó sin ninguna posibilidad de llegar al Senado, pues lo relegaron al lugar 20 en la lista de aspirantes plurinominales, esto es, en un sitio donde no tiene oportunidad de llegar.
En una situación similar se halla el ex embajador de México en España Jorge Zermeño, quien dejó la legación para contender por un escaño de mayoría por Coahuila, pero en la elección del 19 de febrero pasado quedó en tercer sitio y sin posibilidades.
También está el proceso electoral de Chihuahua, donde prevalecieron las prácticas de compra y coacción del voto, acarreo de votantes y la entrega de despensas, todas ellas estrategias usadas en las definiciones de los candidatos, pero cuyos promotores no han recibido hasta el momento ninguna sanción.
En defensa de la postulación de Larrazabal Bretón, panistas cercanos a Ernesto Cordero argumentaron que una semana antes de la sesión del CEN en la que fue postulado, el líder del PAN, Gustavo Madero, pidió pruebas de los delitos imputados al edil, pero nadie las presentó.
Sobre Córdova, explicaron que erró la estrategia, pues desatendió las recomendaciones de buscar la conciliación con el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, para amarrar la candidatura a gobernador. De hecho, en el círculo de Cordero mencionaron que el ex secretario de Salud se inscribió de última hora al proceso para contender por la candidatura plurinominal al Senado y prácticamente no hizo campaña para ubicarse en los primeros lugares de la lista. Además, califican como desaciertos sus acercamientos primero con el Panal y luego con el PRI.
En el tema de Jorge Zermeño, explicaron que no contaba con estructura en su estado para promover el voto a su favor, por haber permanecido cinco años como embajador en España.
Sobre las acusaciones del diputado Javier Corral de compra de votos para definir al candidato a senador de mayoría por Chihuahua, explicaron que él fue quien propuso abrir el proceso a todos los ciudadanos cuando era más manejable mantenerlo en el ámbito de afiliados y adherentes.
Consideraron que los otros aspirantes, Cruz Pérez Cuéllar y Carlos Borruel, contaban con mayor estructura en el estado que Corral, quien ha hecho su carrera en el Distrito Federal.
Arturo García Portillo, diputado federal y ex secretario de elecciones del PAN, calificó de incongruencia del CEN la designación de Larrazabal, pues primero le pidió que se separara del cargo, luego impulsó un proceso de sanción en su contra, que perdió, y ahora le da una candidatura.
Pese a la contradicción del CEN, consideró que hay pocas posibilidades de que prosperen las impugnaciones a esta postulación y a la de Raúl Gracia como abanderado al Senado por Nuevo León, ya que el comité tiene facultades amplias y discrecionales para hacer las designaciones de aspirantes.