Jueves 1º de marzo de 2012, p. 37
Miembros del Sindicato de Trabajadores Técnicos, Administrativos y de Intendencia al Servicio de la Universidad Autónoma de Guerrero pararon ayer labores en todo el estado en demanda de aumento de 25 por ciento, zona salarial única y 90 días de aguinaldo, entre otros puntos.
El dirigente del sindicato, Valerio Adame Rendón, detalló que el paro se realizó de las 5 a las 21 horas y afectó a más de 65 mil alumnos.
Los inconformes demandan que los empleados que se jubilen, fallezcan o renuncien puedan dejar sus plazas a familiares, que se recategorice a más de 300 trabajadores de base y se publique la convocatoria para recategorizar por antigüedad a empleados que carecen de méritos académicos.
Adame Rendón señaló que todas las escuelas y centros de trabajo pararon labores y en varias escuelas de la UAG trabajadores académicos apoyaron el movimiento. Si no hay respuesta a nuestras demandas, vamos a estallar la huelga el 13 de marzo
, advirtió.
En Acapulco, trabajadores tomaron las oficinas de la coordinación de la zona sur de la UAG. La secretaria general de la sección uno del sindicato, Alicia González Alcaraz, dijo que la administración central no ha tomado en serio las negociaciones.
Protestan empleados de la Universidad Michoacana
Integrantes del Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana irrumpieron en la inauguración del foro Los derechos humanos en México a la luz de la reforma constitucional de 2011, en el Centro de Información, Arte y Cultura de la casa de estudios, en Morelia, para exigir que se revise el contrato colectivo y se paguen prestaciones atrasadas.
El rector Salvador Jara Guerrero afirmó que siguen las pláticas con el sindicato y espera llegar a un acuerdo para evitar la huelga el 5 de marzo.
Mientras, empleados eventuales de la Secretaría de los Jóvenes y del Congreso de Michoacán se manifestaron en sus antiguas oficinas después de ser despedidos por el nuevo gobierno estatal. Abogados de la legislatura ofrecieron a los despedidos tres meses de salario, pero los inconformes rechazaron la oferta con el argumento de que muchos tenían más de 10 años de antigüedad.