El GDF debe investigar redes que operan mercados negros: CDHDF
Jueves 1º de marzo de 2012, p. 41
La falta de capacitación del personal de custodia, el abandono de los internos y la sobrepoblación de las cárceles han contribuido a que la prisión sea un negocio
que deja ganancias estratosféricas, coincidieron la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y académicos especialistas en el sistema penitenciario.
El ombudsman capitalino, Luis González Placencia, apremió al Gobierno del DF a investigar las redes que operan los mercados ilegales controlados por los reos en los reclusorios capitalinos, como la renta de cabañas durante los días de visita o la prostitución de internas en los centros varoniles, de las cuales la CDHDF ha acreditado su existencia.
Advirtió que no se trata nada más de ubicar a los líderes de los grupos y apartarlos, pues dichas redes van a continuar funcionando. El pendiente, precisó, de la administración penitenciaria es estudiar esos fenómenos e intervenir en ellos de manera eficiente.
De su lado, el académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), José Luis Cisneros, manifestó que para enfrentar esta problemática es necesario que las autoridades implementen una estrategia que permita hacer valer el orden y la legalidad en las cárceles, donde lo que opera es una autoridad paralela
a la oficial.
Subrayó que uno de los factores que sostienen la corrupción en las prisiones es la falta de personal calificado en lo que se refiere a custodia y seguridad, además de que está mal pagado y equipado, además de que carece de protocolos de actuación.
A esto se suma que las cárceles se han caracterizado por el abandono de los internos, pues las prisiones siempre se han concebido como un simple lugar de acopio, como un basurero humano
, situación que se agrava con la sobrepoblación, lo que ha generado la aparición de autogobiernos que son controladas por unos pocos grupos internos.
Al señalar que el sistema penitenciario en el DF está colapsado
, Cisneros destacó que es necesario que las autoridades emprendan un proceso de despresurización de las cárceles y dignifiquen las condiciones en las que viven los presos, que le permita retomar el control de los centros carcelarios.
Sin embargo, señaló, hay tanto dinero allí que a ver quién quiere cerrar la llave
.