El presidente Felipe Calderón aseguró que ningún país puede considerarse moderno, civilizado o democrático cuando abandona a su suerte a generaciones enteras de niños y niñas y niega la protección mínima de sus más elementales derechos.

Al participar en el lanzamiento del Informe global de Unicef 2012: niños en un mundo, el mandatario aprovechó para citar, ante el cuerpo diplomático acreditado en México y funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas, logros de las principales políticas públicas en favor de la niñez.

Aseguró que el país cumplirá anticipadamente con varios de los compromisos del Milenio de Naciones Unidas.

Al sumar todos los recursos destinados en beneficio de la infancia, Calderón informó que este año el gobierno federal destinará una cantidad cercana a 570 mil millones de pesos –equivalente a 45 mil millones de dólares– para el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes. Es decir, afirmó, uno de cada cinco pesos del gasto programable se destina a este sector de la población.

De ese monto, 45 mil millones de pesos –más de 70 por ciento– se destinan a educación, deporte y cultura, mientras el resto será para salud, nutrición, asistencia social, así como para la protección contra el abuso, la violencia, la explotación y la discriminación contra este sector de la población.

Advirtió que el costo que paga una sociedad por no respetar los derechos de los niños en términos de desintegración y problemas sociales es incalculable.

Durante 27 minutos de su intervención, el presidente Calderón hizo un recuento de las políticas de su administración en favor de la infancia.

Citó, por ejemplo, el seguro médico para una nueva generación; la cobertura universal de educación primaria en todo el país, y la de salud en varias entidades; el programa de estancias infantiles y de becas, y el de Oportunidades, así como los avances alcanzados en la legislación mexicana en esta materia.

En el acto, realizado en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, se presentó oficialmente el informe global de Unicef, donde el director ejecutivo de ese organismo, Anthony Lake, dijo que la mitad de la población mundial, incluyendo más de mil millones de niños, vive en ciudades y poblados de más de 2 mil habitantes. México tiene 40 millones de niños en áreas urbanas.

El reporte advierte que si bien muchos niños disfrutan de las ventajas que ofrece la vida urbana, es creciente el número de aquellos que se les niegan derechos básicos, como agua potable, educación, salud y recreación, pese a que viven cerca de esos servicios, lo cual genera también una enorme desigualdad social.

“Las privaciones que afrontan los niños en las zonas urbanas pobres con frecuencia quedan ocultas en las estadísticas, con promedios que agrupan en las mismas cifras generales a todos los habitantes de una ciudad, tanto ricos como pobres.

Cuando se utilizan promedios de este tipo para la planificación de las políticas urbanas y la asignación de recursos, las necesidades de los más pobres pueden pasarse por alto, explica el documento.

El director de Unicef dijo que la exclusión que sufren los niños de los asentamientos precarios no solamente les niega la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial, sino también priva a sus sociedades de los beneficios económicos que supone una población urbana saludable y bien educada.