La mayor parte de la merma en 2011 derivó de la devaluación: director de finanzas
no está quebrada y tiene futuro
Tiene una relación sui géneris con su dueño
que provoca constantes déficit, sostiene
Los mercados la ven como una empresa sólida y atractiva, según Quesada Morales
Miércoles 29 de febrero de 2012, p. 28
La sui géneris relación de Petróleos Mexicanos (Pemex) con su dueño
provoca pérdidas constantes, pero no es una empresa quebrada
, tiene futuro y muchas oportunidades que explorar y explotar, afirmó el director corporativo de Finanzas de la paraestatal, Ignacio Quesada Morales.
La petrolera mexicana reportó el pasado lunes una pérdida de 91.5 millones de pesos en sus operaciones en 2011, que sumada a las de los cuatro años anteriores acumula más de 364 mil millones en el actual gobierno.
El funcionario de Pemex adujo que la mayor parte de la pérdida de 91 mil 500 millones de pesos en 2011 se derivó de una devaluación que afectó al peso y lo llevó a niveles de 13.99 unidades por dólar. La pérdida por variación cambiaria, informó, se elevó a 78 mil 968 millones de pesos.
Quesada Morales encabezó ayer sendas conferencias con analistas financieros, en inglés y español, y con reporteros, para explicar los resultados financieros de la paraestatal. El año pasado se ubicó para este gobierno como uno de los peores en materia financiera, sólo rebasado por las pérdidas de 112 mil 76 millones de pesos de 2008.
Cuestionado sobre si esos resultados financieros no ubican a Pemex como una empresa quebrada, Quesada Morales argumentó: “No, no es una quiebra y hay tres razones: el EBITDA, que es una fórmula que utilizan las empresas internacionales, creció casi 30 por ciento en el año, más que las ventas, lo que representa una operación altamente rentable; en segundo lugar, Pemex salió a lograr su programa de financiamiento de manera muy exitosa en el año; en ventanas de oportunidad en las que los mercados financieros estaban cerrados, Pemex fue el primero en salir en el verano a emitir deuda, la cual fue sobrevendida por factores de tres a cuatro. Los mercados no juzgan que la empresa esté quebrada; juzgan que sigue siendo una empresa muy sólida y atractiva.
Y tercer elemento es que tiene una relación sui géneris con el dueño, en la cual contribuimos de manera importante y debemos seguir contribuyendo, buscando opciones de mejorarlo. La respuesta es evidente: los mercados y el resultado del negocio dicen que esta es una actividad altamente rentable y muy importante para los mexicanos en el futuro
, expuso.
Aceptó la necesidad de un nuevo régimen fiscal, que en 2011 obligó a la petrolera a pagar impuestos y derechos a nivel histórico por 876 mil millones de pesos, a pesar de sólo haber logrado un rendimiento de 784 mil 500 millones. La diferencia son los 91 mil 500 millones registrados como pérdidas. Los impuestos y derechos pagados el año pasado representan, además, un crecimiento de 33.9 por ciento respecto a lo transferido en 2010 a las finanzas públicas.
Sobre la relación sui géneris
con el dueño, Quesada Morales adelantó que junto con la Secretaría de Hacienda buscarán presentar propuestas para un nuevo régimen fiscal que permita a la petrolera contar con más recursos económicos para su operación.
Apuntó: todo régimen fiscal es perfectible y como tal continuamos haciendo adecuaciones; los tiempos políticos la Secretaría de Hacienda los juzgará con respecto a su mandato principal que es la estabilidad macroeconómica del país. Nuestro mandato y nuestra obligación es hacer las mayores contribuciones y lo continuamos haciendo
.
Según el director corporativo de Finanzas de Pemex, en el resultado financiero de la empresa también influyeron otros factores externos y estructurales
, los cuales son: un subsidio al precio del gas LP por 39 mil 950 millones de pesos; aumento en el costo de diesel por 2 mil 856 millones, y que la empresa tuvo que absorber otros 4 mil 929 millones gastados para mantener la calidad de los combustibles automotrices y que aún no se reflejan en el precio al público, así como un límite de deducibilidad
, que es el monto de impuestos generados por Pemex Exploración y Producción que rebasan el techo establecido por las autoridades fiscales, que en 2011 se elevó a 88 mil 886 millones de pesos.