Insomnio, estrés, ansiedad y depresión son los padecimientos más comunes entre las mujeres que viven en reclusión, principalmente porque son abandonadas por sus familias. A éstos se suman enfermedades crónico degenerativas como diabetes, hipertensión, obesidad y sus consecuencias, así como el virus de papiloma humano.

En las mujeres, el estrés por cautiverio implica daños emocionales, sobre todo depresión, que aquejan a 30 por ciento de las 325 internas del Centro Femenil de Readaptación Social Tepepan, informó el doctor Ricardo Okie González, director del centro hospitalario de dicha penitenciaria. Estas condiciones se agravan, dijo, debido a que gran porcentaje de las presas son abandonadas por sus familias y parejas, a diferencia de los hombres.

A esa situación se suma uno de los principales problemas de salud: el virus del papiloma humano, el cual merece mucha atención, pues en la actualidad 19 mujeres en dicho reclusorio lo padecen, y en los cuatro años anteriores 95 por ciento de las internas que desarrollaron cáncer tuviera el tipo cérvico uterino, por lo que anualmente, y en ocasiones cada seis meses, se realizan exámenes de detección, así como el Papanicolau, para evitar que los casos se incrementen

Asimismo, señaló que 40 por ciento de las internas en ese centro de reclusión padecen obesidad; 8 por ciento se encuentran bajo tratamiento para diabetes, y en ese último porcentaje también sufren de hipertensión, con sus consecuencias. Por ello el centro realiza una revisión médica general a toda la población cada dos meses, destacó el funcionario.

En diciembre pasado, en un informe especial, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) informó que al menos 52 por ciento de las mujeres en reclusión entrevistadas durante el periodo 2010-2011 señaló que su salud empeoró una vez que ingresó a prisión, y que en ocasiones la atención médica les es negada.

En el caso del Centro Femenil de Readaptación Social Tepepan, 30 por ciento de las mujeres entrevistadas por la CDHDF declararon tener problemas con el personal de seguridad y custodia para acceder a los servicios de salud, en tanto otro 20 por ciento señalaron que hubo negativa de acceso a la atención por el personal médico.

El director del centro hospitalario de Tepepan señaló que en ese reclusorio femenil el acceso a la atención médica, a diferencia de otros centros, no es nada difícil, porque tiene poca población y cuenta con una plantilla de 126 personas que laboran en la unidad hospitalaria, así que, dijo, los índices de médico por paciente son mayores de lo que normalmente se encuentra a nivel Distrito Federal.