Miguel Ángel Sánchez, entrenador de marcha desde hace 35 años, se congratuló por la apertura de la Escuela Nacional de Caminata, que dirigirá el experimentado José Alvarado, aunque disiente de que se exija 1.70 metros de altura a quienes quieran ingresar a sus aulas, porque la (baja) estatura no está reñida con la posibilidad de obtener medallas en justas mundiales y olímpicas,

Forjador de figuras como Ernesto Canto y Daniel García, entre otros andarines, el preparador expuso que justo ese par de atletas medían menos de 1.70 metros y eso de ninguna forma les impidió coronar sus esfuerzos con preseas olímpicas y mundiales en los 20 kilómetros de caminata.

Recordó que siempre ha habido oponentes de mayor estatura, por ejemplo los rusos, pero finalmente es la entrega y dedicación de los andarines mexicanos lo que los ha puesto en los mejores lugares en las competencias.

No se trata de pedir cierta estatura. Sí, es cierto que la talla mundial va hacia arriba, pero los mexicanos hemos demostrado que cuando nos proponemos triunfar hay pocas cosas que nos lo impidan, y desde luego una de esas no es la estatura, además de que en el ámbito internacional otras figuras tampoco alcanzaban el 1.70, como es el caso del multimedallista polaco Robert Korzeniowski, entre muchos más.

A partir de su experiencia como formador de andarines desde la infancia, Miguel Ángel apuntó que tampoco vale hacer firmar a los aprendices un documento donde se comprometan a lo que sea. Si no están convencidos de que pueden triunfar, ser los mejores del país y luego del mundo, si no tiene la disciplina de ejercitarse aun en días festivos que para otros son descanso, si no tienen el compromiso consigo mismos, de nada sirve comprometerse por escrito.

Exaltó que las autoridades deportivas finalmente se decidan a apoyar a este deporte y que hayan anunciado que la labor de la nueva institución va a estar ligada con el trabajo científico, porque eso en buena medida es lo que ha hecho falta a nuestros competidores.

Comentó que es muy importante tener una academia donde se les brinde a los deportistas una formación integral, pero además es necesario que se forme una pirámide con atletas que se inician, otros que debe prepararse para competencias a mediano plazo y otros para las pruebas inmediatas, sin olvidar fortalecer la parte mental, mostrándoles lo que sus compatriotas han logrado, porque eso los anima a esforzarse más. Esto es de paciencia, nadie forma ganadores de un año al otro.