Los Cabos, BCS, 20 de febrero. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, afirmó aquí que su gobierno está ayudando a las autoridades mexicanas a perseguir penalmente a funcionarios de este país involucrados en actos de corrupción y narcotráfico.

La funcionaria estadunidense también acusó recibo del letrero que el presidente Felipe Calderón mandó poner cerca de la línea fronteriza en Ciudad Juárez, un vistoso mural que reza No more weapons (No más armas), y aseguró que el objetivo del presidente Barack Obama es frenar por completo el flujo de armamento ilegal que actualmente cruza la frontera.

Por último, al comentar el acuerdo petrolero bilateral que suscribió hoy mismo con su homóloga Patricia Espinosa –en presencia de Calderón como testigo de calidad–, hizo hincapié en que gracias a este nuevo marco por primera vez las compañías petroleras de Estados Unidos podrán colaborar con Petróleos Mexicanos (Pemex). Es un beneficio mutuo en tiempos de desafío económico. Añadió que el convenio para los yacimientos del Golfo de México va a facilitar que la colaboración y la producción de los dos países sea más eficiente y equitativa para las compañías de ambas naciones.

La jefa de la diplomacia estadunidense se retiró temprano de la reunión de ministros de relaciones exteriores del Grupo de los 20; ofreció una breve conferencia de prensa, interrumpida por la tos que padece, y viajó a Washington poco después.

En su encuentro con la prensa repitió una vez más los elogios al gobierno de Felipe Calderón, y destacó los grandes avances para acotar los espacios de acción de las organizaciones criminales transnacionales, y el liderazgo de México en materia de crecimiento verde y conservación del ambiente.

Pero también dejó ver que el combate a la infiltración que ha alcanzado el narco en altas instancias de los tres niveles de gobierno, en especial en los estados del norte, es materia de política bilateral y no sólo responsabilidad mexicana.

En el intento de colaborar de la manera más completa posible, Estados Unidos hace un gran esfuerzo en su frontera para identificar y detener a funcionarios corruptos. Pero también estamos ayudando a México para que las autoridades puedan identificar la corrupción de este lado. Es totalmente inaceptable que haya funcionarios que lucren como resultado de esta violencia que está generando tanto sufrimiento a la gente en México.

Esta colaboración integral también atañe al flujo de drogas de norte a sur, tema que antes generaba expresiones de irritación por parte de Washington y que después de las revelaciones del operativo encubierto Rápido y furioso es aceptado por Estados Unidos como problema real.

“Nuestro compromiso de ayudar por todas las vías posibles a México a detener al narcotráfico implica detener el ingreso ilícito de armas. En los últimos años hemos aumentado nuestra asistencia para responder directamente a las necesidades que señala el gobierno mexicano.

Estamos siguiendo una política de persecución muy agresiva contra los traficantes de armas en Estados Unidos y tenemos el firme objetivo de detener por completo todo movimiento ilegal de armamento a través de nuestra frontera común.