Con la referencia de su origen experimental e innovador, la Casa del Lago ha decidido comenzar una nueva etapa en el área de las artes visuales, para lo cual realizó un corte de caja, la revisión de lo hecho desde 1959 –con Juan José Arreola– y, a partir de ahí, la renovación de los lineamientos, sin dejar de lado, se aseguró, el vínculo con estudiantes y sectores populares que acuden al Bosque de Chapultepec.

Este nuevo programa se hace necesario ante los cambios en los años recientes respecto de las maneras de concebir las exposiciones, los montajes, la relación de lo exhibido con el público y la producción de arte, señaló José Luis Paredes Pacho, director de la Casa del Lago.

Los nuevos lineamientos pueden observarse en cuatro exposiciones montadas en esta institución de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tres de ellas inauguradas hace unos días y una abierta al público desde el 16 de enero.

En el anuncio también participó el titular del Departamento de Artes Visuales de la Casa del Lago, Willy Kautz, curador de varias de las exposiciones, artífice de dichos cambios y quien de entrada manifestó que se busca diferenciar la oferta del nuevo programa con la de los diversos museos y centros culturales del Bosque de Chapultepec y de otras zonas.

Amplia programación

Mientras la Casa del Lago se enfocará en la investigación de nuevas tipologías expositivas y en la reflexión crítica y propositiva sobre la maleabilidad y plurifuncionalidad de la galería de arte como canon, los otros espacios se centran en la exposición de arte contemporáneo y otros rubros desde una estructura museística y patrimonial.

La programación se subdivide en cinco espacios o plataformas –que son los mismos que ya tenía la Casa del Lago, pero ahora reconceptualizados–, los cuales enfatizan el carácter experimental y abierto al riesgo de esta institución de la UNAM.

Estos espacios –mencionados a partir del interior de la casona hacia la parte baja y posterior del inmueble, así como el edificio anexo y el exterior, son los siguientes–: el Salón (salas José Emilio Pacheco y Lumière), plataforma para obras gráficas y pictóricas que dialogan con las salas históricas de la Casa del Lago y con el formato de exposición característico del siglo XIX, desde la mirada contemporánea.

Ahí se expone, hasta el 8 de abril, William Blake: proverbios del infierno, de José Luis Sánchez Rull, 13 grabados que son una apropiación pulsante de la obra del poeta simbolista británico.

La Sucursal (Galería del Lago I), centro temporal de operaciones para grupos autorganizados y sin fines de lucro. En este espacio la asociación civil Pase Usted presenta la exposición Información.

El Gabinete (Galerías del Lago II), espacio para la exploración de nuevas agrupaciones de obras de arte, categorías de montaje y modos de presentación pública. Aquí se exhibe, también hasta el 8 de abril, Duplicitous Storytellers.

El Anexo (Galerías del Bosque y Nacho López) presenta, hasta el 24 de junio, Pobre artista rico: el valor estético en transacción, en la que se dio 7 mil 262 pesos a siete de los nueve artistas invitados para que realizaran una obra. En un intento por evadir la economía de mercado, el público podrá realizar un trueque con cada artista si le llegara a interesar su obra.

El quinto espacio, en el que aún no hay una exposición, es Los Jardines; está pensado para proyectos escultóricos comisionados.