Buscamos tender puentes entre dos orillas, dice Lorenzo León, director de Ciclo Literario
En la publicación trimestral se combinan la poesía y el ensayo con la fotografía
Sábado 18 de febrero de 2012, p. 5
Madrid, 17 de febrero. Ciclo Literario, revista de publicación trimestral que entremezcla la poesía y el ensayo con la fotografía, se presentó en Madrid, en el Instituto de México, con la finalidad de que este proyecto, nacido en la Universidad Veracruzana (UV) en 2001, trascienda las fronteras de México y se expanda en España y el resto de Europa.
Lorenzo León Diez, su impulsor y director, destacó la importancia de tender puentes entre las dos orillas
y fortalecer los lazos naturales entre México y España gracias al idioma y la historia común.
León Diez, director de la revista-periódico
, escritor e investigador de la UV, comenzó este proyecto hace más de 11 años, con la finalidad de fomentar la obra literaria y fotográfica de jóvenes artistas, pero también con la intención de recuperar para el debate actual textos literarios y ensayísticos olvidados, así como fotografías que rastrea en bibliotecas gráficas.
Ciclo Literario se publica cada tres meses y se imprime en Oaxaca, para desde ahí ser distribuida en Jalapa, la ciudad de México, Colima y ahora Madrid, a través de la librería Juan Rulfo. Una de las piedras angulares del proyecto, además de los autores y creadores, es el Fondo de Cultura Económica mediante el impulso de su director, Joaquín Díez-Canedo.
La ebriedad de lo real
Durante la presentación en Madrid se congregaron destacados intelectuales y escritores españoles, entre ellos la novelista y polifacética Clara Janés, quien precisamente publicó en el número de junio pasado una serie de poemas y dos obras gráficas de su autoría.
Janés es una de las firmas que se han sumado al proyecto, además de otros pensadores y creadores españoles, como el filósofo Ignacio Castro Rey. Este último dio una conferencia durante la presentación de la revista en la que señaló: en las fotografías de este periódico hallamos buenos ejemplos de la ebriedad de lo real, una ebriedad para lo cual lo real no necesita sustancias aditivas externas, lo real está atravesado por un tipo de potencia mortal que lo convierte en alucinógeno, de esto vive la fotografía, el cine y vive la literatura, y se establece un parentesco, un maridaje monstruoso, contranatural, porque es parte de la naturaleza, entre la imagen y la palabra
.
Y añadió que “en el texto ocurre exactamente lo mismo, en la textualidad de Ciclo Literario veremos párrafos descriptivos, conmemorativos de párrafos anteriores, en los cuales el autor descansa y evoca un pasaje glorioso de la fotografía, la literatura o la filosofía, y párrafos donde se precipita el sentido y el autor es un médium que asiente a algo que le atraviesa, que no es de él, y que funciona porque no es de él. en ese sentido la distinción de Barthes entre puntum y estudium vale para la imagen y vale también para los textos. Hay un texto estudium en el cual el sentido se precipita”.
En la presentación también participó José Gómez Isla, quien advirtió: “Es claro que Ciclo Literario no tiene como objetivo informar, sino constituir esa resonancia entre resquicios metafóricos donde se concitan lo visual y lo poético, donde alcanzan nuevas significaciones como conjunto tanto el poema, como la imagen y aquí el editor gráfico y el maquetador se han erigido en nuevos creadores, creadores no solamente del periódico, sino de las concordancias que se establecen entre la imagen y el poema”.