Con 611 mil 500 trabajadores más incorporados al sector formal y un millón 600 mil a la fuerza laboral de la informalidad, la economía mexicana alcanzó en 2011 una tasa de crecimiento anual de 3.9 por ciento, expansión menor en casi una tercera parte a la observada en 2010, cuando avanzó 5.5 por ciento, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En ese nivel, la dimensión económica del país el año pasado fue 7.4 por ciento mayor a la que tuvo al comienzo de esta administración gubernamental, con lo cual la tasa de crecimiento anual de la producción de bienes y servicios de México fue de 1.49 por ciento en los últimos cinco años, menor a la de 1.58 por ciento alcanzada en el mismo periodo del gobierno anterior.

Así, el crecimiento en promedio anual de la economía mexicana en 11 años, desde que los gobiernos surgidos del Partido Acción Nacional (PAN) han estado a cargo de la conducción del país, fue de 1.99 por ciento; una tasa menor a la de 4.5 por ciento observada entre 1989 y 2000, periodo que abarcó los dos últimos sexenios del Partido Revolucionario Institucional.

Aunque ambos tipos de administración han respaldado su conducción de la economía con políticas de contención y deterioro de los ingresos laborales, la expansión del producto interno bruto (PIB) ha sido de magnitudes contrastantes. De 1989 a 2000 la economía mexicana creció 54 por ciento, mientras de 2001 a 2011 elevó 22 por ciento su dimensión.

En el lapso de 11 años, conocido en algunos ámbitos académicos como el del estancamiento estabilizador, la evolución económica del país ha sido de relativamente bajas y fluctuantes tasas de crecimiento, con dos finales de sexenio de tendencias encontradas.

De haber iniciado con una contracción de uno por ciento, la primera administración surgida del PAN concluyó los dos últimos años de aquel sexenio con una tendencia ascendente en el valor anual de la producción de bienes y servicios. De una tasa de 3.2 por ciento de crecimiento en promedio anual en 2005, cerró con 5.2 por ciento en 2006.

Con buena perspectiva, el segundo gobierno panista cerró su primer año con un crecimiento de 3.3 por ciento, el cual disminuyó a 1.2 por ciento en los preámbulos de la crisis económica global de 2008, se desplomó a menos 6.1 por ciento en 2009 y la magnitud económica del país quedó reducida a la dimensión que tuvo a mediados de 2006.

En 2010 la economía nacional repuntó 5.5 por ciento, la mejor tasa de crecimiento de los últimos 11 años, pero desde una reducida base de comparación. Luego llegó la desaceleración. En 2011 la economía creció 3.9 y se espera un incremento adicional de 3 a 4 por ciento en 2012, según la más reciente proyección del Banco de México. Pero analistas privados, como los de BBVA-Bancomer, pronostican un crecimiento de 3.3 por ciento para este año, y menor de 2.9 para 2013.

Por lo pronto, la desaceleración de la economía en 2011 presentada por el Inegi dejó entrever una dinámica de aletargamiento dispar entre los sectores que la integran. La expansión del PIB bajó de 5.5 por ciento en 2010, a 3.9 por ciento el año pasado.

En tanto, el comportamiento de sus componentes fue el siguiente: las actividades primarias, que abarcan la producción del campo y la pesca, pasaron de una tasa de 2.8 por ciento a una contracción de 0.6 por ciento en 2011; el sector industrial redujo su crecimiento de 6.1 a 3.8 por ciento entre ambos años. Mientras las actividades terciarias, o de servicios, que en 2010 tuvieron una expansión anual de 5.5 por ciento, bajaron a 4.2 por ciento el año pasado.