ocos días antes de la elección para escoger al candidato del PAN a la Presidencia de la República, la licenciada Josefina Vázquez Mota pidió a sus seguidores que fueran a misa antes de depositar su voto por ella. No tenemos ninguna duda de que las plegarias al altísimo rindieron mucho más frutos que los apoyos terrenales provenientes del gobierno federal y algunas entidades gobernadas por el PAN en favor de Ernesto Cordero, delfín del licenciado Calderón.

El encomendar los asuntos públicos a los poderes religiosos define con exactitud lo que a México le espera en caso de que el voto ciudadano favorezca a la señora Vázquez Mota el próximo primero de julio. Bien vale refrescar la memoria de quienes la tienen por una mujer progresista, tolerante hacia los que piensan distinto a ella.

Cuando a mediados de 2008 el gobierno de la ciudad de México editó y repartió un libro sobre sexualidad dirigido a los alumnos de secundaria, no se hizo esperar la protesta y condena de las organizaciones que dicen representar a los padres de familia del país. Destacadamente la Unión de Padres de Familia, presidida por Guillermo Bustamante. El eterno líder mandó a la hoguera a las autoridades citadinas porque el libro mencionado no respeta la dignidad de la persona, al contrario, promueve la anticultura del aborto y la muerte. Por eso, no debe ser recibido por alumnos y maestros, sermoneó. Exigió entonces una consulta para ver si el pueblo está de acuerdo en que se haga ese libro, en vez de consultar solamente a las anticatólicas por el derecho a decidir. Es la única forma de que no salga un producto verdaderamente criminal como este libro, donde los sicólogos, los médicos dicen que la masturbación no causa daño físico, pero nosotros sabemos que cuando un joven recurre al autoerotismo de manera recurrente en su vida adulta es una persona fantasiosa y poco realista.

Para evitar tan inmenso mal, la Secretaría de Educación Pública (SEP), financió y distribuyó 2 millones de ejemplares de otro libro, Sexualidad y salud humana, editado por Red Familia, organización ultraconservadora de la que forman parte Provida (la de las tangas) y la unión que regentea el señor Bustamante. El contenido de dicho libro no sólo contradice el programa oficial de educación básica, sino que no fue evaluado por el Consejo de Ciencias de la SEP, conformado por expertos de las principales instituciones de educación nacional y las academias del ramo. Seguramente porque el libro no es más que el punto de vista de la Iglesia católica sobre la sexualidad. Entre otras cosas, cuestiona el uso del condón para evitar el sida. Lo único efectivo, afirma, es la abstinencia y la fidelidad.

¿Quién presidía la Secretaría de Educación Pública? Exacto, doña Josefina.