Conmemoró en Querétaro la promulgación de la Carta Magna de 1917
Lunes 6 de febrero de 2012, p. 12
Querétaro, Qro, 5 de febrero. En el Teatro de la República, al conmemorar el 95 aniversario de la Constitución de 1917, el presidente Felipe Calderón llamó al Congreso a completar la reforma institucional que el país requiere: valoren, discutan y aprueben las leyes fundamentales para consolidar el estado de derecho, precisamente en lo que tiene que ver con el desafío de la amenaza criminal
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Insistió ante gobernadores, miembros del gabinete, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los representantes del Congreso y los titulares de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y del Instituto Federal Electoral (IFE) en que los legisladores aprueben la Ley de Seguridad Nacional, la Ley de Mando Policial Único y Confiable, la Ley Contra el Lavado de Dinero, la legislación complementaria en materia penal, las reformas en materia económica y la reforma política.
Destacó que la Ley de Seguridad Nacional busca reforzar y ordenar el procedimiento a seguir, para precisar y ejercer la corresponsabilidad que la Constitución nos atribuye a los tres órdenes de gobierno en la tarea de brindar seguridad a los ciudadanos y preservar, a la vez, la seguridad nacional e interior del país, y crear un marco claro para la acción, entre otras, de las fuerzas armadas, para que tengan mayor certidumbre en su tarea de servir a la gente y proteger a las familias mexicanas
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Calderón hizo una apretada síntesis de lo que contienen las leyes que piden sean aprobadas: reducirán el número de cuerpos policiacos, de más de 2 mil, a 32 cuerpos confiables, fuertes eficaces; para desmantelar la capacidad financiera del crimen organizado; para tipificar nuevas conductas delictivas, como las que ponen en práctica los criminales y asuelan a la sociedad; para generar competitividad, mejores empleos, y para devolver el poder a los ciudadanos en la elección y valoración de sus representantes.
Aseveró que los desafíos del país pueden ser indefinidos, pero los tiempos de los gobiernos y las legislaturas son limitados. Por eso, los mexicanos no pueden ni tienen por qué esperar más a que se cuente con leyes e instituciones que los protejan de tales desafíos, en particular en tiempos que son complejos para todos
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