México no será jugador pasivo ni sólo pasador de palabra en la cumbre del G-20. Estamos decididos a contribuir a encontrar soluciones a los gravísimos problemas económicos, afirmó el presidente Felipe Calderón.

Al reunirse con delegados de alto nivel que preparan la cumbre del G-20 y representantes de organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, señaló que en el cónclave que tendrá lugar en junio próximo, en Los Cabos, Baja California Sur, queremos tener un papel activo en la construcción de acuerdos.

Planteó que México no puede solucionar los problemas económicos de los países europeos, pero sí contribuir con la experiencia en crisis financieras como las que hubo en el pasado. Sobre todo, dijo, porque las soluciones están en la mesa, pero hay mucho temor de ver quién da el primer paso.

Los grandes líderes en Europa exigen que las naciones con problemas financieros pongan primero la solución y los países fuera de ese continente consideran que no les corresponde dar dinero antes. Entonces, dijo, estamos ante un círculo vicioso en el cual nadie se atreve a dar el primer paso.

Lo que se necesita, señaló, es que le echemos montón al problema para solucionarlo, es decir, generar una secuencia de decisiones para salir de la crisis.

El encuentro se llevó a cabo en Los Pinos, donde Caroline Anstey, directora gerente del Banco Mundial (BM), advirtió, en torno a la crisis europea, que hay señales de estabilidad y algunas medidas que se han tomado han ayudado a reforzar algunas áreas de los gobiernos.

Sin embargo, también existe la necesidad de fortalecer las instituciones y evitar que la solvencia de los países en vías de desarrollo resulte afectada. Dijo que el BM observa en esta situación una desventaja, porque no hay tanto amortiguamiento como en el pasado y tampoco en los países en vías de desarrollo ni en sus políticas.

De la reunión del G-20 dijo que existe la expectativa de que contribuya a mejorar esta visión. Se necesita hacer una planeación de contingencia que nos ayude a promover el desarrollo y crear programas de infraestructura.

David Lipton, primer subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, también comentó las perspectivas de este organismo sobre la situación económica mundial. Refirió que la previsión de crecimiento en las naciones desarrolladas es de 1.5 por ciento y aunque las expectativas por la próxima cumbre del G-20 son positivas, no se puede esperar que de pronto ilumine todo lo que hace falta en el mundo, ni que Estados Unidos se pueda recuperar rápidamente y se vuelva la locomotora de la industria mundial, apuntó.