Acusa la junta militar a manos extranjeras y del interior
por la violencia en la nación árabe
Perecen dos cairotas por inhalación de gas lacrimógeno, y un joven en Suez; fallece un soldado herido
Sábado 4 de febrero de 2012, p. 19
El Cairo, 3 de febrero. Al menos cuatro muertos y más de mil heridos es el saldo de los enfrentamientos que entre ayer y hoy tuvieron la policía y manifestantes concentrados en la plaza Tahrir de esta capital, quienes reclaman la salida de la junta militar que gobierna el país, a la que la población considera culpable por los choques entre aficionados del futbol que el miércoles pasado dejaron 74 víctimas mortales.
En los alrededores de la plaza, epicentro de las masivas protestas que terminaron con la renuncia de Hosni Mubarak hace casi un año, miles de manifestantes confluyeron luego del rezo en las mezquitas por segundo día consecutivo.
Los enfrentamientos entre la policía y manifestantes se reanudaron por la tarde en El Cairo y en la norteña ciudad de Suez.
En la capital se incendió un edificio estatal situado enfrente del Ministerio de Interior, en donde miles de personas se manifestaban esta noche, anunció la televisión pública. Se desconoce el origen del siniestro, aunque una fuente dijo que se declaró luego que desconocidos invadieran los locales. Ningún grupo se adjudicó el ataque.
Dos manifestantes murieron en El Cairo tras la inhalación de gases lacrimógenos lanzados por la policía que intentó dispersar una sentada, indicaron fuentes médicas, mientras que en Suez un joven de 20 años falleció en nuevos enfrentamientos. El Ministerio de Salud dio cuenta de mil 51 heridos.
Un soldado que resultó herido el jueves en las afueras del Ministerio de Interior falleció hoy en un hospital, reportó la agencia Mena. Además, otras miles de personas se manifestaron contra el ejército en Alejandría y Puerto Said.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, dirigido por el mariscal Hussein Tantaui, ministro de Defensa en la era de Mubarak durante dos décadas, acusó a manos extranjeras y del interior
por la violencia que sacude al país.
En un comunicado publicado en Facebook llamó a todas las fuerzas políticas y nacionales de esta gran nación a adoptar un rol histórico y a intervenir para restablecer la estabilidad
.
Manifestaciones de cólera
Los manifestantes consideran a la junta militar que gobierna el país responsable de la muerte de 74 personas el miércoles en el estadio de Puerto Said tras la primera derrota de la temporada del célebre club cairota Al Ahli frente al local Al Masri, tres goles por uno.
Este drama, uno de los más graves de la historia del futbol, provocó manifestaciones de cólera por la desidia de las fuerzas de seguridad, que relanzaron las protestas y la incertidumbre sobre la transición.
Por lo pronto, el fiscal general prohibió este viernes al presidente de la Federación Egipcia de Futbol, Samir Zaher –al día siguiente de su destitución–, y al gobernador de Puerto Said, Mohamad Abdalá, que abandonen el país. Abdalá renunció debido a la violencia.
Tras lo ocurrido en Puerto Said, la policía arrestó a 53 personas, pero defensores de los derechos humanos aseguraron que se trata de detenciones arbitrarias
y apuntan a que muchos de los supuestos incitadores son solamente jóvenes inocentes.
La tragedia es sólo uno de los muchos brotes de violencia que han surgido en el país desde la renuncia del presidente Mubarak.
Según analistas independientes, en estos disturbios participan miembros corruptos del aparato de seguridad de la era Mubarak, así como alborotadores. De vez en cuando también se involucran revolucionarios frustrados que se sienten traicionados.