El empresario Carlos Slim hizo una fe de erratas al documento presentado el lunes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al negar que los servicios de telecomunicaciones en México sean caros y malos, y que haya baja penetración en banda ancha por culpa de Teléfonos de México (Telmex) y Telcel.

Rechazó que sus empresas sean monopolio, porque hay más operadores en el país; que haya concentración y que ello represente a los mexicanos un costo de 25 mil millones de dólares anualmente, si Telmex y Telcel venden al año 17 mil millones. No sé qué modelo usaron; son cifras atrasadas que no pueden utilizarse en un sector tan dinámico, dijo, por lo que aseguró que la OCDE miente.

Aclaró que a él no le interesa entrar al negocio de televisión abierta, pero sí a la de paga, por lo que ya cumplió todos los requisitos del Acuerdo de Convergencia de 2006. Advirtió que no admitirá más condiciones ni que un organismo como la OCDE intervenga en un acuerdo con el Estado mexicano, ante lo que reclamó certidumbre jurídica y que en el país haya reguladores fuertes que de verdad promuevan la competencia.

Criticó que el estudio de la OCDE sobre Políticas y regulación de telecomunicaciones en México haya sido elaborado por encargo y pagado por el gobierno mexicano: no sabía que la OCDE hace esto, y no sé si es normal. Sin llamarlo por su nombre, descalificó la actuación del director del organismo internacional y ex secretario de Hacienda, José Angel Gurría, al señalar que algunas personas que encabezan la OCDE vienen al país a pontificar y luego se van, pero cuando tuvieron responsabilidades en México no las cumplieron.

Slim desmenuzó las recomendaciones hechas por el organismo al gobierno mexicano para aplicarlas en el sector de telecomunicaciones, y avaló algunas de las acciones que anunció el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome, con miras a promover la competencia en el sector.

No sé si resuelvan, pero es necesario que se abra el sector a la inversión foránea; de hecho, ya está abierto, y el ejemplo es Telefónica, que es una empresa 100 por ciento extranjera, pero le dan la vuelta mediante la inversión neutra, por eso deben poner las cosas claras en la ley. En Telmex y Telcel no le tienen miedo a la competencia, advirtió.

Ante esto, dijo que le parece bien la alianza entre Televisa y Iusacell: ahí lo importante es que inviertan, aunque no sé muy bien cómo queda la relación, porque Televisa tiene operación importante en televisión de paga y Iusacell da cuádruple play, pero ese es problema de los reguladores.

Advirtió que en lugar de atender un estudio con tantas inconsistencias e incongruencias, lo que el gobierno mexicano debe hacer es pedir a todos los que ya están en el mercado y a los que vengan que inviertan mucho, y que cuando haya nuevas concesiones se den con compromisos de inversión y cobertura, que no se otorguen graciosamente.

Precisó que el negocio de las telecomunicaciones es de inversión intensiva: cada competidor debe invertir por lo menos mil millones de dólares al año, y aseguró que si la OCDE y las autoridades mexicanas dicen que hace falta que todos los participantes en el mercado estén en igualdad de circunstancias, tal vez se refieran a que todos dejemos de invertir.

Asimismo, dijo que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no sólo debe licitar otro par de hilos de fibra oscura, como anunció la SCT, tiene que vender todos los que posee, porque si no, para qué invirtió tanto dinero en algo que no usa. Que venda todos los hilos que tenga y que compre los servicios.

Un día después de que la SCT y la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) presentaron de manera oficial el estudio de la OCDE, del que ya se tenían algunos adelantos desde noviembre pasado, la mayoría señalando a las empresas de Slim como dominantes en los mercados de telefonía fija, móvil y banda ancha, el empresario salió a defender su posición como inversionista, generador de empleo y promotor de la cultura digital, al segurar que el documento es una jalada de los pelos.

Detalló que luego de que Telmex se privatizó, en 1997 se abrió a la competencia el mercado de larga distancia en telefonía fija, y que cuando Telcel entró al mercado de las telecomunicaciones los dominantes eran Iusacell y Telefónica; nuestro objetivo era tener 200 mil clientes en tres años, y nos pasamos un poquito. Cuando Telmex empezó en el negocio de banda ancha –en 2002– tenía una participación de mercado de 28.8 por ciento y 66 mil clientes, y al cierre de 2011 tenía cerca de 8 millones y participación de 70 por ciento, pero eso no lo digo yo, sino reportes de Bank of America y Merrill Lynch.

Dijo que la OCDE no puede hacer comparaciones entre países donde el ingreso per cápita puede ser de 9 mil dólares al año o de 40 mil dólares, en los que la penetración de telefonía fija, móvil y banda ancha depende de muchos factores, que van desde que los aparatos estén subsidiados, como ocurre en México, o como en otras naciones, en las que que sólo usan celulares sencillos para voz, y por eso el servicio es tan barato.

Aseguró que las inversiones constantes han permitido a Telmex y Telcel bajar precios y mejorar la calidad del servicio, y que afirmaciones como las de la OCDE son tan tontas que no aguantan el mínimo análisis, al refutar que el mega se vende en 30 dólares, sino que el paquete Telmex de telefonía y banda ancha cuesta 389 pesos e incluye tres megabites y la renta mensual.

El empresario señaló que espera un pronunciamiento de la Comisión Federal de Competencia y de la Cofetel sobre dos variables, que son la cobertura y dominancia, ya que hay cientos de comunidades en México a las que no llegan los competidores y sólo están presentes Telmex o Telcel, y por ello se les considera dominantes, pero no se habla de la cobertura que hacen donde los otros no llegan porque no es negocio.

Aseguró que su negocio está en el desarrollo y penetración de tecnologías de la información, porque esa es la columna vertebral del crecimiento económico de un país, y mediante esa actividad ha generado más de 450 mil empleos directos e indirectos, instalado 3 mil aulas digitales y financiado millones de computadoras, por lo que dijo esperar que sea lo que sea que pretenda hacer la SCT por recomendaciones de la OCDE o por políticas propias, no vaya a frenar la inversión, el desarrollo y la competencia: nosotros vamos a seguir invirtiendo en México.