El Banco de México (BdeM) informó que estará pendiente de la evolución que muestre la inflación y de sus expectativas, y de ser necesario ajustará su política monetaria.

En su Programa monetario para 2012, el instituto central ratificó su compromiso de alcanzar el objetivo permanente de 3 por ciento de inflación y así cumplir con el mandato constitucional de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda.

Comentó que en fecha reciente la economía ha transitado por un entorno externo menos favorable para el crecimiento, debido a la desaceleración en el ritmo de la actividad económica global.

El costo de ajuste a este nuevo entorno será menor en la medida en que se mantenga una depreciación del tipo de cambio real, expuso en el documento enviado al Ejecutivo federal y al Congreso de la Unión, en cumplimiento al artículo 51 de la Ley del Banco de México.

No obstante, el aumento en el precio relativo de las mercancías respecto de los servicios se espera que se vea reflejado solamente en un aumento temporal en la inflación de las mercancías.

Por consiguiente, la autoridad monetaria se mantendrá atenta a que las expectativas de inflación se mantengan bien ancladas y que el proceso de formación de precios en la economía no se vea contaminado, manifestó.

No obstante que no se anticipa contaminación del proceso de formación de precios en la economía ante los diversos choques de oferta que han tenido lugar en fecha reciente (precios de productos agropecuarios y ajuste del tipo de cambio), la credibilidad de la política monetaria que ha venido reforzando el Banco de México no puede darse por sentada, subrayó.

Por tanto, expuso, es indispensable que la autoridad monetaria mantenga su compromiso de alcanzar el objetivo permanente de 3 por ciento de inflación.

La junta de gobierno del banco central consideró conveniente continuar utilizando los mecanismos de comunicación que ha mantenido con el público y que enriqueció en los últimos años, para reforzar la credibilidad.

Otro factor relevante para asegurar un entorno de inflación baja y estable a mediano y largo plazos es el funcionamiento ordenado del sistema financiero, dijo.