Madrid, 26 de enero. El alto el fuego y el fin de la violencia de ETA forman parte de un proceso irreversible y ETA no tiene intención alguna de cometer u organizar actos de terrorismo o violencia en el futuro, es una de las principales conclusiones de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), que se reunió este semana en el País Vasco para evaluar y conocer de primera mano la situación del histórico conflicto.

La CIV, creada en septiembre de 2001 para garantizar el cese de la violencia de ETA, también informó al grupo que la posesión continuada de armas y explosivos (especialmente armas personales) pueden dar lugar a situaciones potencialmente peligrosas.

ETA decretó el pasado 20 de octubre el cese definitivo de la lucha armada y hasta la fecha los principales movimientos para una pacificación definitiva han procedido del País Vasco. Una de las más importantes aportaciones a este proceso de paz –el quinto desde la existencia de ETA– es la configuración de una comisión responsable de vigilar y garantizar el desarme y el cese de la lucha armada.

La CIV está integrada por Ronnie Kasrils, ex ministro de Inteligencia y viceministro de Defensa de Sudáfrica; Ray Kendall, antiguo agente de policía británico y secretario general honorario de Interpol; Chris Maccabe, ex director político de la Oficina de Irlanda del Norte del Reino Unido; Ram Manikkalingam, director del Dialogue Advisory Group y asesor del presidente de Sri Lanka para las negociaciones con los Tigres Tamiles; Satish Nambiar, antiguo vicecomandante del estado mayor de las fuerzas armadas de India, y Fleur Ravensbergen, coordinadora de la comisión y subdirectora del Dialogue Advisory Group.

Estos expertos en conflictos y negociaciones visitaron por segunda vez el País Vasco y lograron establecer contactos con representantes de ETA, además de otros agentes políticos y sociales implicados en el conflicto, como los principales organismos políticos de la región (con excepción del derechista Partido Popular, que rechaza cualquier intermediación), sindicatos, asociaciones empresariales (Confebask), representantes de la Iglesia católica y autoridades vascas.

En un comunicado, la CIV indicó que ETA sigue siendo una organización clandestina y armada. Como tal, continúa cometiendo actos ilegales como la falsificación de documentos y el mantenimiento de arsenales. A pesar de que estos actos son ilegales, no están necesariamente relacionados con la preparación de actos violentos.

La CIV agregó que durante contactos directos, ETA ha asegurado a la comisión internacional que está comprometida con ambas declaraciones: el alto el fuego de enero de 2011 y el cese definitivo de la actividad armada de octubre de ese mismo año.

Este informe se dio a conocer en víspera del primer encuentro entre el presidente del gobierno vasco, el socialista Patxi López, con el nuevo mandatario español, el conservador Mariano Rajoy, quien mantiene desde la toma de posesión una postura crítica y distante con el proceso de paz abierto en el País Vasco, a pesar de que la mayoría lo consideran el definitivo.

En dicho encuentro se prevé que el lehendakari López reclame al derechista Rajoy gestos concretos al grupo armado vasco, sobre todo relacionados con los beneficios penitenciarios a los presos de ETA, el acercamiento a cárceles de la región y la atención a los casos de detenidos enfermos.