Como eco de la denuncia formulada la víspera por la Cámara de Diputados sobre la existencia de una red de espionaje en su sistema de telefonía e Internet, el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, aseveró que no hubo ni habrá instrucción alguna de la dependencia a su cargo ni del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) para ejecutar ese tipo de acciones, porque representan una práctica ilegal, reprobable y no digna de un régimen democrático como el que estamos construyendo.

Al mismo tiempo, en Guanajuato, donde realizan su sesión plenaria, senadores del PRI exigieron al gobierno federal investigar y sancionar a los responsables de las escuchas telefónicas en San Lázaro.

El coordinador de la bancada, Manlio Fabio Beltrones, recordó que él fue sujeto de espionaje directo hace cinco años. La denuncia presentada ante la Procuraduría General de la República (PGR) –dijo– no se ha agotado y las autoridades ni siquiera le han informado el curso de la misma.

Puntualizó que en aquella ocasión, no sólo él, sino otros políticos y personajes del medio económico también fueron objeto de espionaje. Aclaró que no tiene delirio de persecución , pero insistirá en la importancia de investigar y castigar a los culpables.

A su vez, Poiré indicó que la administración federal ve con toda seriedad la denuncia presentada por los diputados ante la PGR: Nos aseguraremos de que pague por ese delito quienquiera que sea el responsable, dijo.

El senador Francisco Labastida señaló que es factible que el gobierno esté espiando a los adversarios políticos, mientras su homólogo Fernando Castro Trenti sostuvo que detrás del espionaje a los actores políticos debe estar el gobierno de Felipe Calderón.

Al concluir su reunión plenaria, los senadores del PRD, acompañados por su dirigente nacional, Jesús Zambrano, informaron que el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Guadalupe Acosta Naranjo (quien asistió a ese encuentro) les comentó de una reunión con José González Morfín –coordinador de los senadores del PAN y presidente del Senado– para pedirle su respaldo a la demanda que se presentó por espionaje en San Lázaro, ya que se trata de una agresión al Congreso.

Naranjo narró a los senadores: “Se perdió de mi oficina la lista de los teléfonos rojos; entonces, pedí que se revisara todo y se moviera el mobiliario para encontrarla. Cuando empezaron a mover las cosas descubrieron alambres y micrófonos en la oficina de la presidencia. Me comunique con Armando Ríos Piter, presidente de la Junta de Coordinación Política, y se hizo la inspección en su oficina; también tenía aparatos de espionaje. Después de esto no puedo confiar en nadie de la Cámara de Diputados, apuntó Acosta Naranjo.