Madrid, 24 de enero. En el primer día del juicio contra el juez español Baltasar Garzón por investigar los crímenes de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), el representante de la fiscalía presentó un alegato a favor del magistrado y criticó con dureza la actuación judicial en su contra, misma que calificó de insólita e insostenible. En la calle centenares de personas, entre ellas familiares de víctimas de la represión franquista, gritaron a las puertas del Tribunal Supremo ¡este juicio es una farsa!, y mostraron su preocupación ante la respuesta de los tribunales a la primera y única investigación abierta hasta ahora del franquismo en los tribunales españoles: perseguir como un delincuente al juez que la inició.

Los siete magistrados que integran la sala del Tribunal Supremo serán los responsables de decidir si inhabilitan al juez Garzón a petición de dos organizaciones de extrema derecha y con vínculos a los estamentos de la dictadura franquista: el sindicato ultra Manos Limpias y Falange Española de las JONS.

El magistrado pretendía con su investigación esclarecer algunos de los episodios más brutales de aquella etapa, como fue la apropiación de centenares de bebés recién nacidos, arrebatados a sus madres por una cuestión ideológica. O la desaparición de centenares de personas. Ambos delitos sin prescribir si se aplica la misma jurisdicción universal que permitió que a través de un juzgado español, en este caso de Garzón, se ordenara la extradición del ex dictador chileno Augusto Pinochet (cuyo régimen se extendió de 1973 a 1990), y se iniciara un proceso contra las juntas militares argentinas (1976-1983).

El fiscal del Estado, Luis Navajas, presentó un alegato demoledor ante la sala, en el que criticó con dureza la actuación del instructor Luciano Varela, cuyo proceder calificó de insólito e insostenible. El propio representante de la Fiscalía aseguró que el juez del Tribunal Supremo dejó en indefensión a Garzón y aseguró que en mis 35 años como fiscal jamás he visto una resolución como esta en el fondo y en la forma. Fue una decisión absolutamente insólita y la consecuencia fue transmutar una acusación que no se sostenía y en la que el juez coadyuva a reconstruir lo que era absolutamente irreconstruible.

El fiscal Navajas solicitó a los magistrados que decreten la nulidad de la acusación, lo que supondría la absolución de Garzón, al menos en este proceso.

El magistrado Baltasar Garzón, quien ganó notoriedad por arrestar al fallecido dictador chileno Augusto Pinochet en 1998, enfrenta en España un proceso por intentar investigar delitos de la dictadura franquistaFoto Xinhua

El juicio contra Garzón por investigar los crímenes franquistas despertó la indignación de centenares de personas, que se manifestaron a las puertas del tribunal para expresar su repudio a una justicia que tildaron de franquista y que no ha hecho la transición a la democracia.

En la marcha había familiares de víctimas de la represión, algunos de ellos todavía esperan recuperar los restos de sus seres queridos de alguna fosa común o simplemente saber el paradero de algún familiar. Por eso gritaban ¡este juicio es una farsa! y ¡Tribunal Supremo, esperpento nacional!

En la concentración estaba uno de los juristas más prestigiosos del país y quien detentó durante varios años la jefatura de la Fiscalía Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, quien aseguró: estoy aquí por solidaridad con él porque es el único juez que se ha atrevido a enfrentar los crímenes de la dictadura. Y porque la respuesta de los tribunales, de la mano de los herederos del franquismo, ha sido perseguirle como un delincuente. No lo es. Y eso no es compatible con un estado de derecho y una democracia.

Además, la plataforma contra la impunidad del franquismo ha enviado al presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, una carta en la que afirman: si no toma medidas para detener ese juicio, vergüenza nacional e internacional, con el que queda claro que todavía subsiste el fascismo en diferentes poderes del Estado español, le solicitamos que dimita en beneficio de la democracia.

La presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Mujeres de Guillena (también conocidas como las 17 Rosas de Guillena), María José Dominguez, aseguró que Garzón “ha sido la única persona que se ha involucrado en nuestra causa y ha sido un eslabón importantísimo en el trabajo que hemos hecho durante todos estos años para exhumar los restos de estas 17 mujeres asesinadas y torturadas por los militares alzados bajo las órdenes de Franco.

En la jornada de este miércoles está prevista la declaración de algunos testigos, en este caso sólo de la parte acusadora, una vez que a la defensa de Garzón, en otro gesto insólito del juez instructor, decidió rechazar todos los testigos que propuso.